Los agentes cortaron el tráfico de una calle adyacente a las instalaciones del Senado y cerraron temporalmente las entradas de la zona norte del edificio del Capitolio, aunque aseguraron tener la situación controlada.
El tiroteo, que se produjo tras un control de tráfico rutinario, no interrumpió la agenda en el Congreso, según explicó un portavoz de la Policía. El incidente se produjo cuando un agente federal obligó a un vehículo a detenerse y el conductor se negó, lo que dio lugar a un enfrentamiento y posterior tiroteo en el que murió el conductor del coche.
Uno de los testigos, Robert Drumm, explicó que el hombre intentó darse a la fuga pero los agentes le obstaculizaron el paso y se produjo un fuerte choque. Otra testigo, Dale Lanigan, describió la misma escena aunque añadió que fueron dos los coches de la Policía que se estrellaron contra el vehículo ante su intención de escapar.
Drumm escuchó "más de una docena de disparos", tantos que su familia y los que allí se encontraban se tiraron al suelo, y luego vio cómo se llevaban a una persona en ambulancia.
Éste es el segundo tiroteo que se produce en las inmediaciones del Capitolio en el último mes. El pasado 10 de junio, un anciano armado abatió a un guardia de seguridad cercano al Capitolio.