LD (EFE) En declaraciones al periódico South China Morning Post durante uno de los descansos de la reunión anual de la Asamblea Nacional Popular (máximo órgano legislativo chino), el líder de origen tibetano y miembro del PCCh, Raidi, reconoció la existencia de un "canal de contacto" con el Dalai Lama.
"Las puertas para los contactos han estado abiertos, algo que vosotros (los medios de comunicación) tal vez no sabéis", añadió el líder comunista. Esas palabras son muy inusuales en un líder comunista, dado que el Gobierno chino nunca ha reconocido diálogos con el Dalai Lama -a quien consideran un líder independentista- pese a que, según miembros del exilio tibetano, se iniciaron en el año 2002.
Dos enviados especiales del Dalai Lama, Lodi Gyaltsen Gyari y Kelsang Gyaltsen, visitaron China del 15 al 23 de febrero, en un viaje que Pekín, como siempre, rodeó de secretismo y no consideró una negociación oficial. Aunque el grupo de tibetanos se reunió con el subdirector del Departamento del Frente Laboral Unido (una de las organizaciones del Partido Comunista de China),el Ministerio de Exteriores aseguró que la delegación tibetana viajaba "con carácter privado" con el único fin de reunirse con familiares y amigos.
Pekín sostiene que el Tíbet (región autónoma del suroeste del país) es parte de China desde hace siglos y que además ha logrado, gracias al comunismo, salir del feudalismo y lograr la modernización.