L D (EFE) El sospechoso fue detenido este pasado viernes en la localidad alemana de Constanza, junto al lago del mismo nombre en el estado federado de Baden-Württemberg, y está al parecer directamente relacionado con el libanés Youssef Mohamad El Hajdib, de 21 años, uno de los dos hombres que trataron de colocar las bombas en los trenes. El Hajdib, identificado gracias a las imágenes captadas por las cámaras de seguridad de los ferrocarriles germanos, se encuentra en prisión preventiva en la cárcel berlinesa de Moabit desde su detención en la estación de la localidad de Kiel.
El portavoz de la Fiscalía Federal señaló igualmente que los interrogatorios se concentran ahora en el segundo sospechoso detenido en el Líbano, un joven de 24 años de la localidad de Akkar cuya identidad no ha sido facilitada. La detención de este último este pasado viernes fue posible gracias a las declaraciones de Jihad Hamad, que se entregó personalmente a las autoridades libanesas un día antes tras tener conocimiento de que era buscado por la justicia alemana en relación con los atentados frustrados.
En una primera confesión parcial, Hamad ha admitido en el Líbano ante la presencia de representantes de la Justicia germana haber colocado una maleta con una bomba en un tren regional germano, pero sin conocer su contenido. El Gobierno alemán negocia en estos momentos con las autoridades libanesas la entrega de Hamad a Alemania, ya que entre estos dos países no existe tratado de extradición. Hamad y El Hajdib habrían presuntamente tratado el pasado 31 de julio de hacer estallar sendas bombas en un tren regional que se dirigía de Aquisgrán a Hamm y en otro que cubría el trayecto de Moenchengladbach a Coblenza.
Las maletas-bomba fueron activadas con detonador a distancia y debían hacer explosión de forma simultánea a las 14.30, hora local, pero finalmente no lo hicieron por un error técnico, lo que evitó una posible matanza similar a la de los atentados del 11-M en Madrid y el 7-J en Londres. Las autoridades alemanas y libanesas estudian al parecer la posible relación de los dos detenidos en Alemania y los otros dos arrestados en el Líbano con una organización terrorista, el grupo fundamentalista suní "Al Tahrir".
Dicha organización no se encuentra prohibida en el Líbano, pero algunos de sus líderes residentes en Escandinavia han comenzado, según los investigadores, a reclutar seguidores en Alemania y se considera que pueden tener conexiones con el grupo terrorista Al Qaeda.
El portavoz de la Fiscalía Federal señaló igualmente que los interrogatorios se concentran ahora en el segundo sospechoso detenido en el Líbano, un joven de 24 años de la localidad de Akkar cuya identidad no ha sido facilitada. La detención de este último este pasado viernes fue posible gracias a las declaraciones de Jihad Hamad, que se entregó personalmente a las autoridades libanesas un día antes tras tener conocimiento de que era buscado por la justicia alemana en relación con los atentados frustrados.
En una primera confesión parcial, Hamad ha admitido en el Líbano ante la presencia de representantes de la Justicia germana haber colocado una maleta con una bomba en un tren regional germano, pero sin conocer su contenido. El Gobierno alemán negocia en estos momentos con las autoridades libanesas la entrega de Hamad a Alemania, ya que entre estos dos países no existe tratado de extradición. Hamad y El Hajdib habrían presuntamente tratado el pasado 31 de julio de hacer estallar sendas bombas en un tren regional que se dirigía de Aquisgrán a Hamm y en otro que cubría el trayecto de Moenchengladbach a Coblenza.
Las maletas-bomba fueron activadas con detonador a distancia y debían hacer explosión de forma simultánea a las 14.30, hora local, pero finalmente no lo hicieron por un error técnico, lo que evitó una posible matanza similar a la de los atentados del 11-M en Madrid y el 7-J en Londres. Las autoridades alemanas y libanesas estudian al parecer la posible relación de los dos detenidos en Alemania y los otros dos arrestados en el Líbano con una organización terrorista, el grupo fundamentalista suní "Al Tahrir".
Dicha organización no se encuentra prohibida en el Líbano, pero algunos de sus líderes residentes en Escandinavia han comenzado, según los investigadores, a reclutar seguidores en Alemania y se considera que pueden tener conexiones con el grupo terrorista Al Qaeda.