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Un informe dice que una "confusión" provocó la muerte de los once diputados colombianos

El Departamento Administrativo de Seguridad de Colombia (servicio secreto) afirma en un informe que el enfrentamiento entre dos grupos de las terroristas FARC causó la muerte de los doce ex diputados regionales del Valle del Cauca secuestrados desde abril de 2002. El documento ha sido elaborado con base en testimonios de  reinsertados y grabaciones hechas a conversaciones de líderes terroristas.

El Departamento Administrativo de Seguridad de Colombia (servicio secreto) afirma en un informe que el enfrentamiento entre dos grupos de las terroristas FARC causó la muerte de los doce ex diputados regionales del Valle del Cauca secuestrados desde abril de 2002. El documento ha sido elaborado con base en testimonios de  reinsertados y grabaciones hechas a conversaciones de líderes terroristas.
LD (EFE) El director saliente del DAS, Andrés Peñate, declaró a varios periodistas que los once ex diputados regionales muertos en junio, eran vigilados por dieciséis terroristas de las FARC que, por confusión, terminaron enfrentándose a otros veintinueve de sus compañeros pertenecientes a la llamada "columna móvil Arturo Ruiz".
 
El ex jefe del servicio secreto colombiano dijo que la columna móvil se dirigía al campamento donde se encontraban los rehenes para ayudar a sus compañeros cuando fueron detectados y confundidos con militares. Agregó que al parecer, los políticos del departamento del Valle del Cauca, que estaban secuestrados desde abril de 2002, quedaron atrapados en el tiroteo que tuvo lugar en Nariño, zona situada setecientos kilómetros al suroeste de Bogotá.
 
Peñate especificó que esa versión fue obtenida por "informes de inteligencia" basados en testimonios de reinsertados y grabaciones hechas a conversaciones de líderes de las FARC. En un comunicado, los terroristas afirmaron el 28 de junio que los diputados habían muerto diez días antes en un supuesto "fuego cruzado" con un grupo militar sin identificar.
 
Sin embargo, el presidente Álvaro Uribe acusó a los terroristas de asesinarlos. Desde entonces, el Gobierno exige que sean entregados los cadáveres para que sus familiares puedan enterrarlos y aclarar las circunstancias de su fallecimiento. Las FARC sugirieron que en el "fuego cruzado" pudo haber paramilitares o mercenarios caza-recompensas, mientras que fuentes oficiales no descartaron que los rehenes hubieran sido asesinados en represalia por la muerte de un líder rebelde conocido como "J.J.".

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