(Libertad Digital) Los inspectores de la ONU no han podido volver a Irak desde el inicio de la intervención aliada en 2003, por eso han tenido que recurrir a las imágenes del satélite para concluir su informe. Otra dificultad es que muchos de esos lugares han sido utilizados tanto para fines civiles como militares.
Demetrius Perricos, el actual jefe de los inspectores de Naciones Unidas, dijo que no tenía información sobre quién trasladó los materiales para la fabricación de armas ni de a dónde fueron llevados. Cree que pudieron llevarlas a cualquier lugar de Irak, venderlos como chatarra, fundirlos o simplemente venderlos.
Además, Perricos cree que los materiales también pudieron ser usados para fines legítimos pero que si se encuentran en buen estado también podrían utilizarse para fines prohibidos. Las imágenes de los satelites han detectado 109 puntos en los que se podrían haber fabricado armas químicas, todos ellos ya sin presencia de estos materiales, una importante subida frente a los 90 que de los que se informó en Marzo.
A partir de las imágenes del satélite Perricos dijo que los analistas de la Comisión de Supervisión, Verificación e Inspección de la ONU que él dirige, concluyeron que los emplazamientos usados para investigación biológica estaban menos dañados que aquellos usados para productos químicos y mísiles. La comisión había informado previamente del descubrimiento de parte de estos materiales convertidos en chatarra en Jordania y en el puerto holandés de Rotterdam.
Perricos dijo que los analistas descubrieron, por ejemplo, que 53 de los 98 recipientes que se podrían utilizar para una amplia gama de reacciones químicas habían desaparecido. "Debido a sus características, este equipo se puede utilizar para la producción de ambos productos químicos comerciales y los agentes químicos de la guerra," dijo el director de los inspectores.