LD (Agencias) En su última edición, el periódico The Daily Telegraph da cuenta de un informe elaborado por Alex Carlile, un experto en terrorismo y asesor del Gobierno británico. El texto advierte que en Gran Bretaña hay una gran cantidad de pequeños aeródromos en los que no existe un aceptable nivel de seguridad.
Carlile advierte que esa característica permite organizar fácilmente atentados terroristas similares a los del 11-S. Los criminales, explica, podrían utilizar avionetas o aviones privados. Esa situación preocupa de modo creciente a la Policía.
Según el experto, sería necesario aplicar controles más estrictos a los miles de pequeños aviones alquilados y capaces de viajar a gran velocidad entre el continente europeo y Gran Bretaña. Hay aproximadamente 8.500 aviones privados y hasta quinientos terrenos de aterrizaje en funcionamiento en el Reino Unido, pero las autoridades no controlan rigurosamente en todos los casos quién aterriza y quién despega.
Muchas veces se desconoce también el origen de determinados vuelos, y así un avión podría proceder de un aeropuerto no europeo, pero haber aterrizado antes en algún punto del continente, lo que bastaría para que las autoridades británicas lo considerasen como un vuelo intraeuropeo, algo insatisfactorio, según Carlile.
El experto antiterrorista expresó también su preocupación por el rigor de los controles a los que están sometidos los aviones utilizados por ejecutivos para entrar en o salir diariamente del espacio aéreo británico.