LD (EFE) En un comunicado, esta organización terrorista afirma que el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, según sus siglas en turco), ha matado policías turcos, soldados y jóvenes en varios lugares del país. "Prometemos sobre nuestra bandera que por cada turco que mate el PKK en el oeste nosotros mataremos a 10 kurdos en Diyarbakir. La sangre de los no turcos pronto será derramada por el suelo", aseguran en el comunicado.
Según fuentes de la policía, el artefacto utilizado había sido colocado en un tubo de gas escondido en una cámara frigorífica y activado a control remoto por un teléfono móvil.
Las bomba mostrada en la página web del TIT, coincide con la descripción facilitada por la policía. La explosión se produjo hacia las 21.00 hora local (19.00 GMT) del pasado martes en el Parque de Kosuyolu, en el barrio pobre de Baglart, y cerca de una estación de autobuses
Según fuentes de la policía, el artefacto utilizado había sido colocado en un tubo de gas escondido en una cámara frigorífica y activado a control remoto por un teléfono móvil.
Las bomba mostrada en la página web del TIT, coincide con la descripción facilitada por la policía. La explosión se produjo hacia las 21.00 hora local (19.00 GMT) del pasado martes en el Parque de Kosuyolu, en el barrio pobre de Baglart, y cerca de una estación de autobuses
TIT es una organización terrorista ultranacionalista, cuyo origen se remonta a los años 70 y que anteriormente asumió la autoría del intento de asesinato de Akin Birdal, presidente de la asociación turca de derechos humanos, a principios de los años 90. Según la agencia de noticias Anatolia, tres de los heridos fallecieron posteriormente en un hospital de la zona debido a sus graves heridas. También indicó que todos los heridos han sido dados de alta, con excepción de cinco personas en estado crítico que se encuentran en un hospital de Diyarbakir.
Las tiendas de Diyarbakir no han abierto este miércoles sus puertas en protesta por lo sucedido y las autoridades han declarado tres días de luto oficial. La alcaldía ha pedido a los ciudadanos que a partir de este jueves se coloquen dos cintas en sus chaquetas, una negra en señal de duelo y otra blanca para mostrar su deseo y su decisión de apostar por la paz.
El alcalde de la ciudad, la ciudad más grande del kurdistán, Osman Baydemir, ha declarado que el ataque supone una provocación que coincide con llamadas para silenciar las armas.
Los periódicos turcos resaltaron en su edición de este miércoles que este atentado se produce justo después de que el pro kurdo Partido de la Sociedad Democrática (DTP en turco) junto a un grupo de intelectuales instara al PKK a que deje las armas sin condiciones. El PKK había emitió un comunicado en el que condenaba el ataque y subrayaba que el grupo no estaba implicado en los sucedido. Este grupo se levantó en armas en 1984 para exigir la autodeterminación de los cerca de doce millones de habitantes del Kurdistán turco, y desde entonces han muerto más de 35.000 personas en la guerra no declarada entre el PKK y las fuerzas de seguridad.
Las tiendas de Diyarbakir no han abierto este miércoles sus puertas en protesta por lo sucedido y las autoridades han declarado tres días de luto oficial. La alcaldía ha pedido a los ciudadanos que a partir de este jueves se coloquen dos cintas en sus chaquetas, una negra en señal de duelo y otra blanca para mostrar su deseo y su decisión de apostar por la paz.
El alcalde de la ciudad, la ciudad más grande del kurdistán, Osman Baydemir, ha declarado que el ataque supone una provocación que coincide con llamadas para silenciar las armas.
Los periódicos turcos resaltaron en su edición de este miércoles que este atentado se produce justo después de que el pro kurdo Partido de la Sociedad Democrática (DTP en turco) junto a un grupo de intelectuales instara al PKK a que deje las armas sin condiciones. El PKK había emitió un comunicado en el que condenaba el ataque y subrayaba que el grupo no estaba implicado en los sucedido. Este grupo se levantó en armas en 1984 para exigir la autodeterminación de los cerca de doce millones de habitantes del Kurdistán turco, y desde entonces han muerto más de 35.000 personas en la guerra no declarada entre el PKK y las fuerzas de seguridad.