El motivo de la convocatoria es el fin de Hanuká, la festividad judía de las luminarias que conmemora la purificación y consagración del Templo de Jerusalén -que se cree estaba situado en la actual Explanada de las Mezquitas- en el año 165 antes de Cristo.
La Organización para la Reconstrucción del Templo, que fue destruido por el Imperio Romano en el siglo I de nuestra era, espera que centenares de judíos acudan a un llamamiento que en anteriores ocasiones ha generado episodios de violencia.
Normalmente grupos islámicos reaccionan a este tipo de anuncios con un llamamiento a "proteger" la Mezquita de Al Aksa, que hace del lugar, junto con la Cúpula de la Roca, el tercero más sagrado del islam, y no reconocen a los judíos el derecho a visitar la zona.
En los pasados meses de septiembre y octubre ya registraron choques violentos entre radicales musulmanes y policías israelíes en torno a la Explanada. Los altercados, que nacieron a partir de la propaganda de algunos extremistas, causaron decenas de detenciones y heridos, tanto entre los manifestantes, que atacaron a policías y civiles con piedras, como entre las fuerzas del orden.