L D (EFE) Tras presentar el informe al Consejo de Seguridad de la ONU, el diplomático aseguró a la prensa que se ha "verificado toda la retirada, incluida la zona fronteriza, en donde existen reclamos en ciertas áreas sobre si pertenecen al Líbano o a Siria". El documento indica que "no han encontrado presencia militar siria, ni activos o elementos del aparato de inteligencia en territorio libanés, a excepción de un batallón sirio desplegado cerca de Deir Al Achaer".
El equipo llegó a esta conclusión tras recorrer más de 1.500 kilómetros de territorio libanés y tras visitar 133 lugares donde las tropas sirias y los agentes militares estaban antes destacados. De este modo, el equipo de la ONU da por concluida la misión de verificación tras comprobar que, "con la posible excepción del área de Deir Al Acher, cuyo estatus aún está por aclarar, las tropas sirias y sus activos militares han sido completamente retirados de territorio libanés".
En el área del pueblo de Deir el Achaer que se menciona en el informe se encuentran cuatro granjas de Kfarkuk, en el distrito de Rachaya, donde los sirios mantienen todavía un campamento. El equipo de la ONU señaló que no ha podido verificar si las unidades militares en Deir el Achaer están en territorio libanés o sirio. "El estatus de este territorio será aclarado cuando los dos gobiernos concluyan un acuerdo fronterizo", matiza el informe.
Por otro lado, en el documento se expone que ha sido difícil determinar si todavía existe presencia del aparato de inteligencia, debido a que sus actividades son por naturaleza clandestinas. Aun así, el equipo de verificación dice haber visitado todas las áreas que eran usadas por los servicios secretos sirios, y que encontraron vacías, por lo que concluye que "no existe personal de la inteligencia militar en el Líbano en tales localizaciones o con uniformes militares". Pese a reiterar que no se ha podido concluir "con certeza que todo el aparato de inteligencia militar haya sido retirado", el equipo desaconseja el envío de otra misión para una investigación más amplia, dado que tampoco podrá determinar ese extremo.
Además, indica que encontró numerosas fortificaciones y trincheras que usaban las fuerzas sirias, particularmente en el Valle de Bekaa, y que recomendaron desmantelar a las autoridades libanesas por representar un peligro para la población civil de Líbano. El gobierno sirio aseguró el 26 de abril pasado que había retirado todos sus efectivos de Líbano, como exigía la resolución número 1559 del Consejo de Seguridad de la ONU, y esta organización envió un equipo a finales del mismo mes para verificarlo. A finales del mismo mes, las Naciones Unidas enviaron un equipo de expertos, dirigido por el general senegalés Elhadgi Mohamadu Kanyi, consejero militar adjunto de las Fuerzas de Paz de la ONU, para establecer si el gobierno sirio había aplicado la medida. Siria retiró sus tropas tras las protestas de la oposición libanesa y por la presión internacional tras el asesinato del primer ministro Rafic Hariri y otras 18 personas en un atentado perpetrado el 14 de febrero pasado.
El equipo llegó a esta conclusión tras recorrer más de 1.500 kilómetros de territorio libanés y tras visitar 133 lugares donde las tropas sirias y los agentes militares estaban antes destacados. De este modo, el equipo de la ONU da por concluida la misión de verificación tras comprobar que, "con la posible excepción del área de Deir Al Acher, cuyo estatus aún está por aclarar, las tropas sirias y sus activos militares han sido completamente retirados de territorio libanés".
En el área del pueblo de Deir el Achaer que se menciona en el informe se encuentran cuatro granjas de Kfarkuk, en el distrito de Rachaya, donde los sirios mantienen todavía un campamento. El equipo de la ONU señaló que no ha podido verificar si las unidades militares en Deir el Achaer están en territorio libanés o sirio. "El estatus de este territorio será aclarado cuando los dos gobiernos concluyan un acuerdo fronterizo", matiza el informe.
Por otro lado, en el documento se expone que ha sido difícil determinar si todavía existe presencia del aparato de inteligencia, debido a que sus actividades son por naturaleza clandestinas. Aun así, el equipo de verificación dice haber visitado todas las áreas que eran usadas por los servicios secretos sirios, y que encontraron vacías, por lo que concluye que "no existe personal de la inteligencia militar en el Líbano en tales localizaciones o con uniformes militares". Pese a reiterar que no se ha podido concluir "con certeza que todo el aparato de inteligencia militar haya sido retirado", el equipo desaconseja el envío de otra misión para una investigación más amplia, dado que tampoco podrá determinar ese extremo.
Además, indica que encontró numerosas fortificaciones y trincheras que usaban las fuerzas sirias, particularmente en el Valle de Bekaa, y que recomendaron desmantelar a las autoridades libanesas por representar un peligro para la población civil de Líbano. El gobierno sirio aseguró el 26 de abril pasado que había retirado todos sus efectivos de Líbano, como exigía la resolución número 1559 del Consejo de Seguridad de la ONU, y esta organización envió un equipo a finales del mismo mes para verificarlo. A finales del mismo mes, las Naciones Unidas enviaron un equipo de expertos, dirigido por el general senegalés Elhadgi Mohamadu Kanyi, consejero militar adjunto de las Fuerzas de Paz de la ONU, para establecer si el gobierno sirio había aplicado la medida. Siria retiró sus tropas tras las protestas de la oposición libanesa y por la presión internacional tras el asesinato del primer ministro Rafic Hariri y otras 18 personas en un atentado perpetrado el 14 de febrero pasado.