(Libertad Digital) Lorenzo Menéndez fue llamado, con carácter de urgencia, a regresar a Cuba con su mujer y su hija pequeña pero en una escala de su vuelo en París pudo, hábilmente, zafarse de sus guardianes y cambiar de aeropuerto para dirigirse a Madrid, donde solicitó, inmediatamente después de pisar suelo español el pasado viernes, el asilo político.
En declaraciones al diario El Mundo, Lorenzo Menéndez se lamenta: "No me queda otra alternativa que pedir asilo en España". "Soy una víctima política y humanitaria de un régimen corrupto y agonizante. Si gobernara Aznar no tendría dudas sobre la acogida que fueran a darme. Pero estando Zapatero me parece más difícil. Estoy angustiado, inquieto. Necesito ayuda. No quiero ir a prisión".
Lorenzo Menéndez se enfrenta en Cuba a 20 años de prisión por el "crimen" de ayudar a compatriotas que disiden de la dictadura cubana. "Desde que soy diplomático", explica Menéndez, "he entendido que todos los cubanos necesitan ayuda. Y no sólo los que piensan de una manera. Mi comportamiento iba en contra de las directrices, pero no en contra de Cuba. Muchos de mis compatriotas creen que irse del país es la manera de resolver las cosas. Yo he trabajado desde dentro. He participado del engranaje para poder combatirlo. Les he demostrado que podían confiar en mí, que yo siempre fui uno de ellos".
El pasado lunes, cuando fue acusado en Mozambique de ayudar a "desertores", Menéndez fue a pedir ayuda al embajador español en ese país, pero tuvo que conformarse con una breve conversación a través del telefonillo y aunque el diplomático español lo recibió al día siguiente, Lorenzo manifiesta que "no me dio ninguna respuesta. Ni ese día ni el miércoles, cuando yo debía embarcarme hacia La Habana en el vuelo que había reservado la embajadora cubana El silencio para mí fue un no. Era una cuestión humanitaria. Si cogía ese avión iba derecho a la cárcel. De ahí la incertidumbre".
Por esta razón, y pese a haberse dirigido desde París a Madrid para pedir directamente en nuestro país el asilo político, tiene dudas, basadas en su experiencia en Mozambique, de que su llamada de auxilio vaya a ser respondida tal y como requiere la situación. "Espero que Madrid me conceda el asilo, pero, en caso de una respuesta negativa, no descarto recurrir a la embajada americana. Mis cinco hermanos y mis padres se encuentran en EEUU. Se fueron para hacer su vida allí. Yo he preferido estar en Cuba porque el futuro del país pasa por el compromiso de quienes vivimos ahí".