L D (EFE) Según informó el portavoz del Ministerio de Defensa, general Sahed Azimi, un hombre desconocido que conducía una motocicleta se precipitó sobre uno de los tres autobuses que a esa hora recogen a los militares al término del entrenamiento para transportarlos a casa. El choque del suicida, que vestía el uniforme del Ejército afgano, provocó una fuerte explosión que dejó totalmente destrozados los tres autocares, causó la muerte a nueve soldados y heridas a cerca de treinta.
El Centro de Entrenamiento del ANA se encuentra en la carretera de Jalalabad, apenas a un kilómetro de distancia de la base de la brigada multinacional de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF). Cerca de un centenar de militares de la ISAF y varios de sus tanques han bloqueado la carretera y acordonado la zona por lo que se encuentra cortada la salida y entrada de la ciudad por esta vía, una de las principales de acceso a la capital.
Por el momento ningún grupo ha reclamado la autoría del ataque. La celebración hace diez días de las primeras elecciones legislativas afganas de los últimos treinta años no ha disminuido el nivel de violencia en el país, donde los incidentes violentos tienen lugar a diario.
Un empleado de Naciones Unidas de nacionalidad bangladeshí y un funcionario del Gobierno afgano resultaron heridos ayer, el primero de ellos de gravedad, al hacer explosión una bomba en la provincia de Nengarhar, en el este del país. El pasado lunes dos militares estadounidenses fallecieron en distintos enfrentamientos con supuestos rebeldes ocurridos en la provincia occidental afgana de Kunar y en la de Kandahar, en el sur del país.
Más de 1.200 personas han muerto en Afganistán en incidentes violentos desde el pasado mes de marzo, la gran mayoría supuestos rebeldes talibanes.
El Centro de Entrenamiento del ANA se encuentra en la carretera de Jalalabad, apenas a un kilómetro de distancia de la base de la brigada multinacional de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF). Cerca de un centenar de militares de la ISAF y varios de sus tanques han bloqueado la carretera y acordonado la zona por lo que se encuentra cortada la salida y entrada de la ciudad por esta vía, una de las principales de acceso a la capital.
Por el momento ningún grupo ha reclamado la autoría del ataque. La celebración hace diez días de las primeras elecciones legislativas afganas de los últimos treinta años no ha disminuido el nivel de violencia en el país, donde los incidentes violentos tienen lugar a diario.
Un empleado de Naciones Unidas de nacionalidad bangladeshí y un funcionario del Gobierno afgano resultaron heridos ayer, el primero de ellos de gravedad, al hacer explosión una bomba en la provincia de Nengarhar, en el este del país. El pasado lunes dos militares estadounidenses fallecieron en distintos enfrentamientos con supuestos rebeldes ocurridos en la provincia occidental afgana de Kunar y en la de Kandahar, en el sur del país.
Más de 1.200 personas han muerto en Afganistán en incidentes violentos desde el pasado mes de marzo, la gran mayoría supuestos rebeldes talibanes.