L D (EFE) El asesor de José Antonio Alonso sostuvo que EEUU lidera a aquellos países democráticos que conciben el problema del terrorismo como una guerra, y apostó por que continuará por esa vía, aunque Bush haya suavizado su discurso, en los próximos años. A su juicio, la solución militar sólo servirá para que los grupos terroristas se multipliquen.
"Es preferible la cooperación en términos judiciales, de inteligencia y policiales, y utilizar de manera secundaria el aspecto militar, que es por lo que apuesta España y la UE”, afirmó. Y añadió: “Es una cuestión de principios y de eficacia; para evitar, por ejemplo, la propaganda negativa que tienen los presos de Guantánamo”.
"Es preferible la cooperación en términos judiciales, de inteligencia y policiales, y utilizar de manera secundaria el aspecto militar, que es por lo que apuesta España y la UE”, afirmó. Y añadió: “Es una cuestión de principios y de eficacia; para evitar, por ejemplo, la propaganda negativa que tienen los presos de Guantánamo”.
Reinares estimó que entre 60.000 y 70.000 terroristas recibieron entrenamiento en campos de Pakistán y Afganistán a lo largo de los años 80 y 90, y aseguró que muchos de ellos están actualmente en Irak perpetrando ataques contra tropas de EEUU y el Reino Unido.
"En el mejor de los casos, si se normaliza la situación en (Irak), los centenares de terroristas que se han llevado allí se irán a otros lugares, como Estados en desintegración con muchas zonas despobladas, lo que facilita sus movimientos, o hacia la frontera sur de Europa, lo que nos situaría en un escenario preocupante", aventuró.
"En el mejor de los casos, si se normaliza la situación en (Irak), los centenares de terroristas que se han llevado allí se irán a otros lugares, como Estados en desintegración con muchas zonas despobladas, lo que facilita sus movimientos, o hacia la frontera sur de Europa, lo que nos situaría en un escenario preocupante", aventuró.
"Al Ándalus", entre los objetivos finales del terrorismo islámico
Reinares pronosticó que el terrorismo islámico seguirá siendo una amenaza de primer orden durante “quince o veinte años”, y que sólo empezará a declinar con el auge económico y social de China y la India, "cuyas civilizaciones están al margen de ellos, a pesar de que han intentado entrar en estas sociedades".