LD (Agencias) Terence Taylor, director del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos en Washington, describió a Kelly como un científico “reconocido internacionalmente”, en su declaración como primer testigo de la investigación sobre la muerte del experto en armas. El declarante, que no asistió a la vista celebrada en Londres y testificó mediante vídeo conferencia desde Australia, dijo que en los años noventa trabajó con el científico como inspector de desarme de la ONU en Irak, donde el fallecido hizo una labor “excelente”.
El testigo recalcó que la “excelente labor” de su colega, fuente de la cadena BBC en una noticia que acusó al Gobierno británico de exagerar datos para justificar la guerra en Irak, le valió en 1996 la prestigiosa Orden de San Miguel y San Jorge del Reino Unido. “Su trabajo en Irak fue notablemente brillante. Llevó a cabo un sistema de inspecciones durante una época muy difícil”, subrayó Taylor, que describió al asesor del Ministerio de Defensa británico como su “mentor”, a quien conocía desde hacía 16 años.
Aparte de Taylor, otro de los testigos que testificó la mañana de este lunes en la investigación judicial, abierta por el juez James Hutton, fue el director de personal del Ministerio de Defensa británico, Richard Hatfield, jefe directo del fallecido. El compareciente confirmó que su subordinado era “el experto del Reino Unido en armas de destrucción masiva de Irak”, afirmación que contradice algunas alegaciones del Gobierno que hace semanas describieron al científico como un empleado de categoría más baja.
El responsable de Defensa opinó también sobre el hecho de que Kelly fuera la fuente de la información divulgada el 29 de mayo por el periodista de la BBC Andrew Gilligan, que acusó al Ejecutivo de manipular datos para reforzar los argumentos de la guerra en Irak. Sobre este punto, Hatfield se declaró “sorprendido” porque su subalterno no se atuvo a las reglas básicas del Ministerio, que aconsejan no tratar con la prensa “asuntos políticamente polémicos”.
El testigo recalcó que la “excelente labor” de su colega, fuente de la cadena BBC en una noticia que acusó al Gobierno británico de exagerar datos para justificar la guerra en Irak, le valió en 1996 la prestigiosa Orden de San Miguel y San Jorge del Reino Unido. “Su trabajo en Irak fue notablemente brillante. Llevó a cabo un sistema de inspecciones durante una época muy difícil”, subrayó Taylor, que describió al asesor del Ministerio de Defensa británico como su “mentor”, a quien conocía desde hacía 16 años.
Aparte de Taylor, otro de los testigos que testificó la mañana de este lunes en la investigación judicial, abierta por el juez James Hutton, fue el director de personal del Ministerio de Defensa británico, Richard Hatfield, jefe directo del fallecido. El compareciente confirmó que su subordinado era “el experto del Reino Unido en armas de destrucción masiva de Irak”, afirmación que contradice algunas alegaciones del Gobierno que hace semanas describieron al científico como un empleado de categoría más baja.
El responsable de Defensa opinó también sobre el hecho de que Kelly fuera la fuente de la información divulgada el 29 de mayo por el periodista de la BBC Andrew Gilligan, que acusó al Ejecutivo de manipular datos para reforzar los argumentos de la guerra en Irak. Sobre este punto, Hatfield se declaró “sorprendido” porque su subalterno no se atuvo a las reglas básicas del Ministerio, que aconsejan no tratar con la prensa “asuntos políticamente polémicos”.