L D (EFE) Sin llegar a un proceso de votación, la Junta del Organismo Internacional de la Energía Atómica, órgano de gobierno de esta institución de la ONU, con sede en Viena, aprobó la resolución patrocinada por Canadá, Australia y Japón, y apoyada entre otros por Estados Unidos y por los seis países de la Unión Europea (España, Francia, Gran Bretaña, Alemania, Holanda y Dinamarca) que forman parte de esta institución. La resolución fue adoptada "sin objeciones", después de que la delegación de Irán, encabezada por su embajador Ali Akbar Salehi, abandonara la sala en protesta por el texto del documento, que no acepta su Gobierno.
La resolución insta al Gobierno de Teherán a aclarar todas las dudas que existen actualmente sobre su programa nuclear. Asimismo, exige que Irán suspenda inmediatamente todas sus actividades de enriquecimiento de uranio y pide que firme, ratifique y aplique el protocolo adicional del Tratado de No Proliferación de armas nucleares (TNP). Estados Unidos acusa a Irán de desarrollar un programa nuclear con fines militares, mientras el régimen de los ayatolás asegura que sus actividades atómicas tienen el único objetivo civil de producir energía, a pesar de que esta alegación no se la cree nadie en la OIEA porque, si se trata de producir energía, Irán tiene todo el petróleo y el gas natural que necesite bajo su subsuelo.
Keneth Brill, el embajador estadounidense en la OIEA, ha dicho que "EEUU cree que los hechos justifican el veredicto inmediato de que Irán no ha cumplido" con sus obligaciones, aunque considera que este organismo aún puede dar a Teherán "una última oportunidad para aclarar completamente el alcance de su programa nuclear".
La resolución insta al Gobierno de Teherán a aclarar todas las dudas que existen actualmente sobre su programa nuclear. Asimismo, exige que Irán suspenda inmediatamente todas sus actividades de enriquecimiento de uranio y pide que firme, ratifique y aplique el protocolo adicional del Tratado de No Proliferación de armas nucleares (TNP). Estados Unidos acusa a Irán de desarrollar un programa nuclear con fines militares, mientras el régimen de los ayatolás asegura que sus actividades atómicas tienen el único objetivo civil de producir energía, a pesar de que esta alegación no se la cree nadie en la OIEA porque, si se trata de producir energía, Irán tiene todo el petróleo y el gas natural que necesite bajo su subsuelo.
Keneth Brill, el embajador estadounidense en la OIEA, ha dicho que "EEUU cree que los hechos justifican el veredicto inmediato de que Irán no ha cumplido" con sus obligaciones, aunque considera que este organismo aún puede dar a Teherán "una última oportunidad para aclarar completamente el alcance de su programa nuclear".