LD (EFE) Ibrahim Mohamed, de 30 años y nacionalidad siria, así como los hermanos Yasser Abuy, de 32 años, y Ismail Abú, ambos palestinos, han sido acusados de manera formal por el fiscal federal alemán Kay Nehm, de pertenecer a la red terrorista Al-Qaeda. A los primeros, quienes están en prisión provisional desde enero, se les imputa pertenencia a Al-Qaeda, mientras que al tercero, asimismo detenido desde mayo, haber prestado apoyo en sus operaciones.
Según la fiscalía, Ibrahim Mohamed K., el principal acusado, recibió, antes de los atentados del once de septiembre de 2001 en EEUU, instrucciones en un campo de entrenamiento de Al-Qaeda en Afganistán y entró luego en combate contra las tropas estadounidenses en ese país. El sospechoso había vivido en Alemania entre 1997 y el 2000, en situación de peticionario de asilo, y en julio de 2002 regresó a ese país.
Supuestamente tiene contactos con las estructuras de mando de esa red terrorista "hasta lo más alto", incluido el Osama ben Laden, de quien supuestamente recibió el encargo de reclutar a militantes dispuestos a perpetrar ataques suicidas en Europa, así como de recaudar fondos por la organización.
De acuerdo con el texto de la acusación, entre noviembre y diciembre de 2004 trató de conseguir material nuclear y buscó contactos con grupos islámicos en Luxemburgo, aunque no logró su objetivo. También en 2004 entró en contacto con los dos hermanos palestinos, uno de los cuales, Yasser Abu S, dirigía operaciones para recaudar fondos para la organización, mientras que el otro realizó esas tareas a la práctica.
La fiscalía les imputa, asimismo, el delito de estafa en diez casos relacionados con pólizas de seguros de vida que pretendían cobrar tras simular accidentes de tráfico, como parte de un plan para financiar actividades de esa organización terrorista.