LD (EFE) La bandera afgana ondea a media asta desde este miércoles hasta el viernes próximo en señal de luto por las 42 víctimas del atentado terrorista más sangriento desde la caída del régimen talibán. El presidente afgano, Hamid Karzai, culpó del ataque a los "enemigos de Afganistán", término con el que el Gobierno se refiere normalmente a los talibanes.
Karzai confirmó en rueda de prensa que en el ataque murieron 35 civiles, entre ellos profesores, estudiantes y personas de avanzada edad, además de seis legisladores, que se prevé serán enterrados cerca del Parlamento afgano. También se registró un elevado número de heridos, aunque el presidente no precisó cuántos.
El atentado tuvo lugar en la provincia septentrional de Baghlan, cuando una explosión alcanzó una comitiva de diputados de visita en la zona y a numerosos escolares y residentes del lugar que se habían reunido en una fábrica de azúcar para darles la bienvenida. "Hemos ordenado una investigación exhaustiva", anunció Karzai.
Hasta ahora, el ataque terrorista con más víctimas había tenido lugar en junio, cuando 35 personas murieron y otras tantas resultaron heridas al estallar una bomba en el interior de un autobús en Kabul.