LD (EFE) El último atentado terrorista en Irak ha ocurrido cuando un grupo de criminales fuertemente armados emboscaron a una patrulla de la Policía iraquí que circulaba por una carretera que comunica con la localidad de Biyi, a unos doscientos kilómetros al norte de Bagdad. Al menos tres policías han muerto y otros cuatro están heridos.
Las fuentes explicaron que las víctimas pertenecen a la fuerza "Maghauir", un cuerpo de elite del Ministerio de Interior. Según testigos presenciales, los terroristas comenzaron a disparar indiscriminadamente sin dar oportunidad a que los agentes pudieran defenderse. Los atacantes utilizaron fusiles y lanzagranadas.
Unas horas antes, los barrios bagdadíes de barrios Zafaraniya y Al Jadrá, en el sur y el oeste de la capital, respectivamente, eran escenario de dos atentados terroristas que se cobraban la vida de una persona y dejaban heridas a otras cinco.
Los criminales utilizaron sendos coches-bomba que estallaron al paso de patrullas militares estadounidenses que realizaban labores de vigilancia. La Policía local indicó que todas las víctimas son civiles iraquíes, mientras que el Ejército norteamericano no ha informado de víctimas entre sus soldados.