Así lo apunta Robert Baer en Time, citando una fuente libia "próxima al régimen de Gadafi": según el analista, el dictador habría dado orden a los servicios de seguridad de sabotear los oleoductos.
Según el artículo, el dictador estaría "desesperado" y además de reprimir con extrema dureza las protestas estaría ahora dispuesto a asumir el país en el caos.
Además de cortar los suministros de petróleo a Occidente, Gadafi también propiciaría los enfrentamientos internos en Libia, favorecería la liberación de islamistas de las cárceles libias con el fin de atacar a extranjeros y facciones contrarias al régimen e incluso restringiría los suministros básicos a la población. El mensaje, "o yo, o el caos".