LD (EFE) Según ha informado Amir Khan Akhunzada, vicegobernador de la provincia de Helmand (sur de Afganistán), en el pueblo de Diagh, situado en el distrito de Mosa Qala, "los talibanes colgaron de un árbol a una mujer mayor, de unos setenta años, y a su hijo, de alrededor de treinta años el pasado lunes".
Explicó que el asesinato se llevó a cabo a plena luz del día, delante de los demás residentes del pueblo, después de que los talibanes acusaran a las víctimas de ser espías del Gobierno de Kabul. Afirmó que este ahorcamiento es un hecho "totalmente contrario al Islam" y añadió que los terroristas "utilizan el nombre del Islam para hacer cosas en contra de el Islam".
El vicegobernador no informó sobre la identidad de los asesinados y declinó confirmar si estos eran o no informadores de la Policía. Esta no es la primera vez que los talibanes cuelgan de un árbol o matan de un disparo a personas acusadas de proporcionar información a las fuerzas gubernamentales sobre sus posiciones, y en el pasado han asesinado en el sur del país incluso a clérigos islámicos por su supuesta colaboración con Kabul.