LD (EFE) Bajo la mediación de Egipto, el grupo terrorista Hamas y el partido Al-Fatah han alcanzado un nuevo alto el fuego después de los enfrentamientos de las últimas horas que dejaron tres muertos y doce heridas. Entre las víctimas se encuentra el imán Ahmad Raafati, asesinado de un tiro en la cabeza en su residencia.
Al parecer, los asesinos son miembros de Al-Fatah que vengaban así la muerte de un miembro de la" Fuerza-17", Mohamed Sawirky, incorporado en la guardia del presidente palestino Abú Mazen. Los asesinos, miembros de Hamas, le torturaron y le arrojaron desde el tejado de un edificio de quince pisos.
Tras el nuevo pacto, el primer ministro Ismail Haniye, ha exhortado a los miembros de Hamas y Al-Fatah a abandonar las calles de la ciudad de Gaza para permitir una jornada de exámenes de bachillerato en las escuelas. Pero, los testigos relataron que los terroristas registraban los documentos de viandantes y automovilistas, y que algunos francotiradores seguían en los tejados.
Horas después de alcanzarse la tregua se registró un incidente donde su casa en el campamento de refugiados palestinos de Shati, a orillas del mar Mediterráneo. El tiroteo estaba dirigido contra los cuatro agentes de seguridad que resguardan el domicilio.
Según evaluaciones atribuidas por la radio pública israelí a funcionarios del Ministerio del Interior de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), desde que Hamas asumió el poder tras las elecciones de enero del 2006, más de doscientos mil palestinos abandonaron Gaza y Cisjordania, la mayoría con destino a Egipto y Jordania.