L D (Agencias) Entre tanto, las autoridades de Serbia y Montenegro han declarado este domingo día de duelo nacional por las víctimas serbias que se ha cobrado la violencia desatada por albaneses en Kosovo.
En Belgrado, el ministro de Defensa, Boris Tadic, ha pedido a la KFOR un control constante en Kosovo para evitar que se vuelva a desencadenar una ola de violencia en la provincia.
Tadic saludó el envió de refuerzos a la KFOR, lo que, a su entender, ha elevado el nivel de protección de los serbios de Kosovo, cuya población es mayoritariamente albanesa.
También dijo que en Serbia y Montenegro se sigue "minuto a minuto" la situación en la zona colindante con Kosovo, donde hace tres años actuó una guerrilla albanesa, luego disuelta.
Tadic advirtió, sobre todo, de la posibilidad de que terroristas albaneses cometan "abusos" aprovechando la celebración de los funerales, anunciados para este domingo en la aldea norteña de Caber, de dos niños albaneses que se ahogaron en el río Ibar a comienzos de la semana, suceso aún no esclarecido y del que los albaneses culparon a los serbios.
Serbia busca apoyo internacional para que 200.000 serbios regresen a Kosovo
El ministro de Defensa anunció, asimismo, que Serbia y Montenegro lanzará con urgencia una acción diplomática para el retorno de más de 200.000 serbios huidos de Kosovo en los últimos años, tras indicar como "un viraje positivo" el que la comunidad internacional por primera vez identificara a los serbios como víctimas en Kosovo.
"Esperamos que las instituciones internacionales en Kosovo asuman pronto una acción de renovación de las casas e iglesias serbias destruidas, ya que de lo contrario será que los resultados del extremismo y el terrorismo albanés son más fuertes y su efecto más duradero", declaró Tadic en rueda de prensa.
En los últimos tres días han sido destruidas 110 casas serbias en diferentes zonas de Kosovo, así como más de una veintena de iglesias y monasterios ortodoxos, varios de ellos de gran valor cultural e histórico.
El ministro de Defensa anunció, asimismo, que Serbia y Montenegro lanzará con urgencia una acción diplomática para el retorno de más de 200.000 serbios huidos de Kosovo en los últimos años, tras indicar como "un viraje positivo" el que la comunidad internacional por primera vez identificara a los serbios como víctimas en Kosovo.
"Esperamos que las instituciones internacionales en Kosovo asuman pronto una acción de renovación de las casas e iglesias serbias destruidas, ya que de lo contrario será que los resultados del extremismo y el terrorismo albanés son más fuertes y su efecto más duradero", declaró Tadic en rueda de prensa.
En los últimos tres días han sido destruidas 110 casas serbias en diferentes zonas de Kosovo, así como más de una veintena de iglesias y monasterios ortodoxos, varios de ellos de gran valor cultural e histórico.
La ola de violencia ha dejado 28 muertos y más de 700 heridos
En la ola de violencia desatada el pasado miércoles, la peor desde el fin de la guerra, han muerto 28 serbios y albaneses y han resultado heridas más de 700 personas, incluidos un centenar de policías internacionales y locales y 59 soldados de la KFOR.
Por otro lado, el Gobierno de Kosovo, dominado por albaneses, ha asegurado este sábado que la situación general ha mejorado. El Gabinete kosovar condenó los actos de destrucción de instalaciones religiosas y culturales y de casas y anunció la creación de un fondo especial para ayudar a su reconstrucción.
El presidente de Kosovo, el albanés Ibrahim Rugova, proclamó el pasado lunes día de luto, en memoria de las víctimas de la violencia desata en la provincia.
Este sábado Belgrado ha empezado a enviar ayuda humanitaria para los serbios que fueron evacuados de sus casas por las fuerzas multinacionales ante el acoso albanés, así como para los que todavía permanecen en Kosovo.
En la ola de violencia desatada el pasado miércoles, la peor desde el fin de la guerra, han muerto 28 serbios y albaneses y han resultado heridas más de 700 personas, incluidos un centenar de policías internacionales y locales y 59 soldados de la KFOR.
Por otro lado, el Gobierno de Kosovo, dominado por albaneses, ha asegurado este sábado que la situación general ha mejorado. El Gabinete kosovar condenó los actos de destrucción de instalaciones religiosas y culturales y de casas y anunció la creación de un fondo especial para ayudar a su reconstrucción.
El presidente de Kosovo, el albanés Ibrahim Rugova, proclamó el pasado lunes día de luto, en memoria de las víctimas de la violencia desata en la provincia.
Este sábado Belgrado ha empezado a enviar ayuda humanitaria para los serbios que fueron evacuados de sus casas por las fuerzas multinacionales ante el acoso albanés, así como para los que todavía permanecen en Kosovo.
Según la UNMIK, 3.600 personas han abandonado Kosovo
Según los últimos datos de la UNMIK, más de 3.600 miembros de las minorías de Kosovo, mayoritariamente serbios, abandonaron sus hogares en los últimos días ante el acoso albanés.
En la conflictiva Mitrovica, donde se originaron los disturbios, fuertes contingentes de la KFOR siguen instalados en el puente sobre el Ibar, que separa los sectores serbio (norte) y albanés (sur) de la ciudad, aunque en las calles se ve una aparente normalidad.
La UNMIK informó de que la policía internacional ha empezado a investigar la violencia desatad en los últimos días, ahora que parece retornar la normalidad.