L D (EFE) Hay datos "específicos y creíbles" de que este grupo terrorista podría intentar repetir los ataques que costaron la vida a más de 3.000 personas en Nueva York, Washington y Pensilvania, afirmó Brian Roehrkasse, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional.
"Seguimos estando preocupados por el deseo de Al Qaeda de utilizar aviones, especialmente aviones de compañías de otros países", dijo Roehrkasse, después de que se conociera la cancelación de tres vuelos de British Airways y dos vuelos de Air France. No obstante, el Gobierno no decidió aumentar el nivel de alerta ante el riesgo de atentados, como hizo poco antes de las fiestas navideñas, cuando se suspendieron una decena de vuelos por los indicios de posibles actividades terroristas. El nivel de alerta "naranja", el segundo más elevado en una escala de cinco, estuvo en vigor hasta el pasado 9 de enero.
La compañía británica fue la primera en informar de que dos vuelos (bajo el código BA223) con destino a Washington previstos para el 1 y el 2 de febrero, y un tercero a Miami (el BA207), que debía partir el domingo, fueron suspendidos hasta nuevo aviso. El BA223 ha estado sometido a una vigilancia especial y a principios de enero fue cancelado y retrasado numerosas veces. Un portavoz de British Airways aludió a "razones de seguridad", término que utilizó también la aerolínea Air France para explicar la anulación de dos vuelos entre París y Washington (bajo el código AF026), que debían realizarse este domingo y el lunes.
"Seguimos estando preocupados por el deseo de Al Qaeda de utilizar aviones, especialmente aviones de compañías de otros países", dijo Roehrkasse, después de que se conociera la cancelación de tres vuelos de British Airways y dos vuelos de Air France. No obstante, el Gobierno no decidió aumentar el nivel de alerta ante el riesgo de atentados, como hizo poco antes de las fiestas navideñas, cuando se suspendieron una decena de vuelos por los indicios de posibles actividades terroristas. El nivel de alerta "naranja", el segundo más elevado en una escala de cinco, estuvo en vigor hasta el pasado 9 de enero.
La compañía británica fue la primera en informar de que dos vuelos (bajo el código BA223) con destino a Washington previstos para el 1 y el 2 de febrero, y un tercero a Miami (el BA207), que debía partir el domingo, fueron suspendidos hasta nuevo aviso. El BA223 ha estado sometido a una vigilancia especial y a principios de enero fue cancelado y retrasado numerosas veces. Un portavoz de British Airways aludió a "razones de seguridad", término que utilizó también la aerolínea Air France para explicar la anulación de dos vuelos entre París y Washington (bajo el código AF026), que debían realizarse este domingo y el lunes.
Fuentes aeroportuarias galas explicaron que ya se había previsto una serie de medidas "específicas" para esos vuelos con destino a EEUU, puesto que debían subir a bordo de los aparatos agentes de cuerpos de elite (policías del RAID o gendarmes del GIGN).