LD (Agencias) El Gobierno de Berna se pliega así parcialmente a los deseos de EEUU, que el pasado 21 de marzo solicitó a las autoridades suizas la identificación y el bloqueo de los activos del Gobierno iraquí y de Sadam Husein. Al mismo tiempo, sin embargo, Suiza se niega a transferir esas sumas directamente a EEUU, como pretendía Washington, para que los estadounidenses las restituyan al nuevo Irak y financien en parte la reconstrucción del país destruido. Los institutos financieros deberán comunicar la existencia de cuentas iraquíes a la Secretaría de Estado de la Economía, encargada de la aplicación de las medidas de embargo para con el régimen caído de Bagdad. Suiza insiste en que la restitución se efectuará bajo los auspicios de las Naciones Unidas.
Las medidas adoptadas por Berna se refieren solamente a las cuentas del clan de Sadam Husein, así como de su Gobierno, sus colaboradores y las empresas públicas o privadas con sede en Bagdad. No se verán afectados, por el contrario, los fondos de particulares, cuya pertenencia al clan del derrocado dictador no pueda demostrarse. El ministro de Finanzas suizo, Kaspar Villiger, declaró hace unos días que Sadam Husein no tenía dinero en Suiza. Si ello no fuera cierto, señala el diario Tribune de Geneve , los fondos iraquíes estarían sometidos a la ley sobre el blanqueo de dinero y concretamente el capítulo relativo a la "fortuna de potentados", y los bancos deberían denunciarlos.
Ese diario señala que se ha encontrado la pista de una fiduciaria con sede en Liechtenstein por la que pasaba dinero relacionado con el contrabando de cigarrillos norteamericanos entre EEUU e Irak. Esa lucrativa actividad estaba controlada supuestamente por uno de los hijos de Sadam Husein, Uday, al que reportaba unos ingresos anuales medios de 60 millones de dólares. Según la oficina de investigaciones privadas Kroll Associates, que recibió en 1991 el encargo de investigar la fortuna del dictador iraquí, calculada en 10.000 millones de dólares, el hermanastro de Sadam Husein, Barzan Al-Takriti, organizó desde Ginebra una red de sociedades pantalla para el blanqueo de la fortuna del clan.
Las medidas adoptadas por Berna se refieren solamente a las cuentas del clan de Sadam Husein, así como de su Gobierno, sus colaboradores y las empresas públicas o privadas con sede en Bagdad. No se verán afectados, por el contrario, los fondos de particulares, cuya pertenencia al clan del derrocado dictador no pueda demostrarse. El ministro de Finanzas suizo, Kaspar Villiger, declaró hace unos días que Sadam Husein no tenía dinero en Suiza. Si ello no fuera cierto, señala el diario Tribune de Geneve , los fondos iraquíes estarían sometidos a la ley sobre el blanqueo de dinero y concretamente el capítulo relativo a la "fortuna de potentados", y los bancos deberían denunciarlos.
Ese diario señala que se ha encontrado la pista de una fiduciaria con sede en Liechtenstein por la que pasaba dinero relacionado con el contrabando de cigarrillos norteamericanos entre EEUU e Irak. Esa lucrativa actividad estaba controlada supuestamente por uno de los hijos de Sadam Husein, Uday, al que reportaba unos ingresos anuales medios de 60 millones de dólares. Según la oficina de investigaciones privadas Kroll Associates, que recibió en 1991 el encargo de investigar la fortuna del dictador iraquí, calculada en 10.000 millones de dólares, el hermanastro de Sadam Husein, Barzan Al-Takriti, organizó desde Ginebra una red de sociedades pantalla para el blanqueo de la fortuna del clan.