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Sudán acepta el despliegue de la fuerza de paz de la ONU en Darfur

El Gobierno de Sudán aceptó este miércoles el despliegue de una fuerza de paz de 26.000 soldados de la ONU y de la Unión Africana en la región sudanesa de Darfur, que fue aprobado este martes por el Consejo de Seguridad de la ONU.

L D (EFE) El ministro sudanés de Asuntos Exteriores, Lam Akol, anunció este miércoles en una rueda de prensa que su país acepta la resolución 1769 del Consejo de Seguridad de la ONU que ordena el despligue de la fuerza de paz.

El anunció del ministro se produce después de que el 25 de julio pasado su Gobierno anunciase la formación de un comité para estudiar el nuevo borrador de esa resolución sobre Darfur, que fue presentado por Francia y Reino Unido ante el Consejo de Seguridad, y que contó con el respaldo unánime de todos los miembros del Consejo de Seguridad.

Akol destacó que su país aprobó la medida internacional después de que se hubieran introducido modificaciones, por lo que ahora –según él– "contiene varios puntos positivos", ya que no incluye, entre otros, la imposición de sanciones contra Sudán. Asimismo, minimizó la importancia de que la resolución modificada contenga una referencia al capítulo siete de la Carta de Naciones Unidas que autoriza la imposición de las medidas por la fuerza.

En ese sentido, Akol declaró que la mención de esa cláusula es un detalle normal, que también fue incluido en la resolución 1590 de la ONU, que solicitaba el despliegue de tropas multinacionales en la región autónoma de Sudán.

Por otra parte, subrayó que la nueva medida de la ONU confirma el compromiso de este organismo con la continuación de la financiación de la tropas africanas de pacificación situadas actualmente en Darfur, hasta que se despliegue el contingente mixto a finales de año. Asimismo, destacó que el Ejército sudanés proseguirá desempeñando su misión en Darfur sin que se vea afectado por el despliegue de la fuerza mixta internacional.

La resolución, fija el 31 de diciembre como plazo límite para traspasar la autoridad de la misión de la Unión Africana (UA), que actualmente se encuentra desplazada en Darfur, a la fuerza de paz híbrida de la ONU y la UA.

En la resolución se retiraron referencias directas a la actitud del Gobierno de Jartum que aparecían en los primeros borradores, en concreto, las referidas a su posible condena en caso de que no proteja la seguridad y la labor del personal humanitario que trabaja en la región del oeste de Sudán.

También se eliminó la petición al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, así como a un grupo de expertos, de informar inmediatamente sobre cualquier incumplimiento respecto a la resolución. No obstante, se mantiene la autorización a los efectivos de la misión para que tomen las medidas necesarias a la hora de proteger a la población civil y a los trabajadores humanitarios que se sientan amenazados, un punto discutido por Jartum.

El conflicto en la región occidental del país se remonta a febrero de 2003, cuando el Movimiento de Liberación de Sudán (MLS) y el Movimiento de Justicia e Igualdad (MJI) se alzaron en armas para protestar contra la pobreza y la marginación de la zona. Desde entonces, se calcula que la guerra ha causado más de 200.000 muertos y unos dos millones de desplazados y refugiados.

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