LD (EFE) El derrocado presidente de Haití, Jean-Bertrand Aristide, y su familia llegaron este lunes a Sudáfrica para una estancia indefinida. Al bajar del avión que el Gobierno sudafricano había enviado a Jamaica para traerlo, Aristide fue recibido en el aeropuerto de Johannesburgo por el presidente Thabo Mbeki, quien le dio un gran abrazo. El presidente de la Comisión de la Unión Africana, Alpha Konare, y varios miembros del gobierno sudafricano dieron también la bienvenida a Aristide.
La oposición sudafricana protestó por los gastos que tienen que asumir los contribuyentes, argumentando que "Haití nos queda muy lejos" y que el Gobierno debería dedicar sus recursos a "solucionar las crisis en Zimbabue y Sudán y a atender las carencias de los ciudadanos de a pie".
Desde el aeropuerto, Aristide debía dirigirse a la capital, Pretoria, a unos cuarenta kilómetros al norte, donde el gobierno sudafricano tenía preparada una residencia oficial para él, su esposa y sus dos hijas pequeñas. Aunque Aristide llegó con su propia escolta, las fuerzas de seguridad sudafricanas se encargarán de vigilar la residencia.
"Alfombra roja para Aristide" avisó en grandes titulares el diario local The Star, que publica una foto de Mbeki con Aristide en Puerto Príncipe en enero pasado, durante la celebración del segundo centenario de la independencia de Haití. La ministra de Asuntos Exteriores, Nkosazana Dlamini-Zuma, y otros miembros del gobierno acompañarán a Mbeki en el aeropuerto, donde se seguirá "el protocolo normalmente reservado para los jefe de Estado".