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"NO ME ARREPIENTO"

Straw reconoce intereses comerciales en la entrega del terrorista de Lockerbie

Después de la información destapada en sus cartas, el ministro de Justicia Jack Straw ha reconocido ahora que los intereses comerciales y petroleros sí jugaron un papel esencial en la decisión de entregar a Libia al terrorista de Lockerbie. Asegura que Brown no tuvo nada que ver en la decisión.

En una entrevista que publica "The Daily Telegraph", Straw admite que cuando el Gobierno consideró en 2007 por primera vez incluir a Al Megrahi en un acuerdo con Libia sobre repatriación de presos, los intereses comerciales ya fueron considerados un factor crucial.

Según los documentos oficiales publicados esta semana, Straw se comprometió en un primer momento a que se cerraría ese acuerdo si se excluía de él a Al Megrahi, el único condenado por el derribo en pleno vuelo de un avión de la aerolínea estadounidense Pan Am en 1988, en un atentado terrorista que costó la vida a 270 personas.

Sin embargo, Straw cedió finalmente a la petición de Trípoli de incluirle y lo hizo después de que el gigante petrolero británico British Petroleum (BP) advirtió al Gobierno de que un fracaso de estas negociaciones podría afectar negativamente a sus intereses.

Preguntado por si los intereses comerciales y la presión de BP fueron factores que influyeron en la decisión de la repatriación de Al Megrahi, que sufre un cáncer de próstata en fase terminal, Straw contesta: "sí, fue una gran parte de ello. No me arrepiento".

Straw añade que el primer ministro, Gordon Brown, no tuvo nada que ver con el cambio en las negociaciones sobre el acuerdo de repatriación de presos y asegura: "desde luego, no hablé con el primer ministro. No hay ninguna evidencia documental que sugiera que (Brown) estuviera involucrado de alguna manera".

A principios de esta semana y en medio de la fuerte controversia generada por la entrega a Libia de Al Megrahi, Brown hizo una declaración pública en la que aseguró que no hubo ninguna maniobra oculta detrás de la decisión de las autoridades escocesas de entregar a su país de origen a un preso a punto de morir.

"No hubo conspiración, no hubo tapaderas, no hubo acuerdos cruzados, no hubo un acuerdo sobre petróleo, no hubo un intento de dar instrucciones al Gobierno escocés, no hubo garantías privadas al presidente de Libia (Muamar al Gadafi)", dijo Brown.

Fuentes de BP citadas por "The Daily Telegraph" confirmaron que la compañía expresó su preocupación al Gobierno por la posibilidad de que las negociaciones no llegaran a buen puerto.

"Como muchos otros, sabíamos que un retraso (en las negociaciones) podría tener consecuencias negativas para los intereses comerciales del Reino Unido, incluida la ratificación de una acuerdo de exploración de BP", dijeron las fuentes.

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