LD (EFE) En respuesta a las críticas sobre el apoyo a la guerra en Irak que los Gobiernos de Tony Blair y de José María Aznar brindaron a la Administración Bush, el ministro británico de Asuntos Exteriores, Jack Straw, dijo que Al-Qaeda hubiera continuado con sus actividades terroristas con independencia de que dicho conflicto se hubiera desencadenado o no.
En el Financial Times, Straw dijo que habrá mucha gente que piense que países como el Reino Unido y España se arriesgaron mucho al respaldar el conflicto iraquí, y que la mejor prueba es la supuesta responsabilidad de la red terrorista Al-Qaeda en los atentados del pasado jueves en Madrid. Para Straw, estas personas están "completamente equivocadas". "Hay gente que está convencida de que los ataques del 11 de septiembre de 2001 ocurrieron después de la primera invasión a Irak en 2003. Y se han olvidado, también, de que Al-Qaeda estuvo involucrada en los primeros ataques contra el World Trade Center de Nueva York, en 1993, o en los atentados contra embajadas de EEUU en 1998".
"Una cosa tengo clara -aseveró Straw-, y es que Al-Qaeda seguirá y hubiera seguido sin tener en cuenta la guerra de Irak". El ministro señaló que hay que esperar a que la Policía española llegue a una conclusión sobre quién fue el culpable de los atentados del pasado jueves contra varios trenes de cercanías en Madrid. Para el titular de la diplomacia británica, la decisión de meter al Reino Unido en la guerra de Irak fue correcta.
Polonia no retirará sus tropas de Irak
El viceprimer ministro y ministro de Administración e Interior polaco, Jozef Oleksy, dijo que "nosotros no barajamos la posibilidad de retirar de Irak el contingente que tenemos en ese país y que participa en su estabilización". Según Oleksy, las acciones del terrorismo no pueden imponer una determinada decisión en lo que concierne a la presencia en Irak, porque fue decidida por razones mucho más complejas y profundas.
Polonia, que ejerce el mando en la División Internacional que estabiliza la situación en el sector centro-sur de Irak, tiene en ese país un contingente conformado por unos 2.500 soldados. Actualmente se planea que este mismo año, tras el traspaso del poder a los iraquíes, el contingente se reduzca en unos 200 hombres. Si se hace cargo del sector centro-sur la Alianza Atlántica, como pide Polonia, entonces el contingente polaco será radicalmente reducido.