
L D (EFE) El ministro respondió así a una pregunta del diputado conservador Brian Binley sobre si el Ejecutivo británico descartaba entablar negociaciones con los grupos de la oposición iraní, argumentando que un cambio de régimen "podría reducir considerablemente la amenaza" de Irán.
Preguntado acerca de la vía que va a seguir el Gobierno de Londres, Straw subrayó que el Reino Unido continuará colaborando con otros países europeos, Estados Unidos y Rusia para garantizar que Teherán cumple sus obligaciones con el Tratado de No Proliferación Nuclear. Londres participa en las negociaciones de la tríada europea (Alemania, Francia y Reino Unido) para que Teherán suspenda su programa de enriquecimiento de uranio a cambio de incentivos económicos.
Estados Unidos y la Unión Europea (UE) sospechan que el programa nuclear iraní se encamina a la fabricación de una bomba atómica, si bien Teherán insiste en que su plan sólo persigue fines civiles.
Las relaciones entre Irán y la comunidad internacional se tensaron aún más la semana pasada, cuando el presidente de la república islámica, el islamista Mahmud Ahmadineyad, declaró que Israel debe ser "borrado del mapa". Pese a las duras críticas encajadas por sus comentarios, Ahmadineyad se mostró el pasado domingo desafiante y reiteró que su país no piensa ceder y proseguirá con su controvertida actividad nuclear en la central de Isfahan, en el centro del país.
Preguntado acerca de la vía que va a seguir el Gobierno de Londres, Straw subrayó que el Reino Unido continuará colaborando con otros países europeos, Estados Unidos y Rusia para garantizar que Teherán cumple sus obligaciones con el Tratado de No Proliferación Nuclear. Londres participa en las negociaciones de la tríada europea (Alemania, Francia y Reino Unido) para que Teherán suspenda su programa de enriquecimiento de uranio a cambio de incentivos económicos.
Estados Unidos y la Unión Europea (UE) sospechan que el programa nuclear iraní se encamina a la fabricación de una bomba atómica, si bien Teherán insiste en que su plan sólo persigue fines civiles.
Las relaciones entre Irán y la comunidad internacional se tensaron aún más la semana pasada, cuando el presidente de la república islámica, el islamista Mahmud Ahmadineyad, declaró que Israel debe ser "borrado del mapa". Pese a las duras críticas encajadas por sus comentarios, Ahmadineyad se mostró el pasado domingo desafiante y reiteró que su país no piensa ceder y proseguirá con su controvertida actividad nuclear en la central de Isfahan, en el centro del país.