L D (EFE) En una comparecencia ante la Comisión de Exteriores del Parlamento Europeo, el ministro británico de Asuntos Exteriores, Jack Straw, afirmó que las tropas del Reino Unido permanecerán en Irak "mientras sea necesario y mientras el pueblo iraquí, a través de su Gobierno democráticamente elegido, nos lo pida".
En la sesión celebrada en Bruselas, Straw dijo que "la agenda antiterrorista europea es clara", pero pidió "que se superen los problemas burocráticos nacionales y las preocupaciones sobre el respeto a las libertades civiles. No estoy sugiriendo que se establezca un Estado policial, como quieren los terroristas, porque eso sería una derrota para nuestros valores".
Con esas declaraciones, Straw sale nuevamente al paso de los rumores sobre la eventual retirada de las tropas británicas de Irak tras los atentados del jueves pasado en Londres, atribuidos a Al-Qaeda, en los que murieron al menos 52 personas.
La disposición del Gobierno británico no ha gustado al grupo de diputados del ala izquierda del Partido Laborista. Según el periódico Financial Times, varios de esos legisladores se disponen a pedirle cuentas a su primer ministro Tony Blair por la implicación en la guerra de Irak. Esos diputados no quisieron, por respeto a las víctimas de los atentados, plantear el asunto el lunes en el Parlamento tras la intervención del mandatario.
Según John McDonnell, presidente del Grupo de Campaña Socialista, integrado por 25 parlamentarios y que ha hecho campaña en contra de la guerra de Irak, habrá que plantear "un debate objetivo en algún momento.Tiene que haber un proceso por el cual la gente pueda discutir objetivamente cómo es que se ha llegado a esta situación (...) y cómo ha contribuido a ella la guerra de Irak".