La represión marroquí sobre el Sáhara continúa, y la indecisión del Gobierno también. La ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, que en 2003 se manifestó junto a los saharauis con pegatina en la solapa incluida, debe seguir buscando las pruebas que le permitan condenar lo sucedido en El Aaiún. El que ha vuelto a la acción ha sido Moratinos, respondiendo a una petición expresa del presidente Zapatero.
La ocasión parecía merecerlo, ya que en su encuentro en Tánger con el ministro marroquí de Exteriores, Fassi Fhiri, se les pudo ver a ambos muy sonrientes. Ambos se consideran "ante todo, amigos", como confesó a EFE Fassi Fhiri.
Pero la amplia sonrisa que mostraron ante las cámaras fotográficas no fue el único gesto de cordialidad entre ambos. Según desvela este domingo ABC, antes de hablar con su antiguo colega marroquí, Moratinos conversó por teléfono con Trinidad Jiménez, quien no le transmitió ningún mensaje para las autoridades del país vecino.
En cualquier caso, continúa ABC, durante su reunión, Fassi Fhiri transmitió a Moratinos que estaban "ayudando" a los activistas españoles que se encuentran aún en el Sáhara "a abandonar el territorio nacional". Es decir, la expulsión de los mismos. Citando fuentes diplomáticas, añade este diario que Exteriores está en contacto telefónico con los citados activistas.