LD (Agencias) El presidente Alejandro Toledo declaró a los periodistas que la liberación se logró gracias a "un operativo rápido, eficaz y de gran profesionalismo" de las Fuerzas Armadas y la Policía. "Este es un operativo que ha estado dirigido a no darle ninguna tregua a los remanentes de Sendero Luminoso", dijo el presidente para después señalar que se ha puesto en marcha un segundo operativo para lograr la detención de los autores del secuestro. En su mensaje, Toledo subrayó que "Sendero Luminoso será derrotado dentro de la ley, respetando la ley y la democracia". También dijo que se sentía "orgulloso del profesionalismo" de las Fuerzas Armadas y la Policía peruana, que han permitido concluir con "una pesadilla que ha tenido un final exitoso. Aquí tenemos un resultado concreto. Nos ha tocado vivir momentos difíciles, nos someten a pruebas, pero aquí tienen ustedes los resultados".
Los trabajadores de Techint, empresa que construye el gasoducto que conducirá el gas de Camisea desde el departamento andino de Cuzco hasta Lima, fueron secuestrados en la madrugada del lunes en el campamento establecido en la comunidad de Tocate, en la selva del departamento sureño de Ayacucho. Los secuestradores partieron junto a sus rehenes con rumbo desconocido, aunque dejaron una lista de exigencias de rescate, entre las que figuraban el pago de un millón de dólares, la entrega de sofisticados equipos de comunicación, numerosos explosivos y un listado de medicinas. El mandatario confirmó que entre los secuestrados se encontraban siete extranjeros, seis de ellos colombianos y un chileno, así como tres policías peruanos, y que todos fueron liberados "sin pagar nada a cambio".
Por su parte, el ministro de Defensa, Aurelio Loret de Mola, confirmó que Sendero Luminoso fue el autor del secuestro y que hubo una conversación inicial con los terroristas, a los les fueron entregados teléfonos celulares con conexión por satélite, así como cien raciones de alimentos. Agregó que veinte patrullas con miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía realizaron una "operación de bloqueo y presión" que dejó sólo una zona libre para que por ella escapasen los rehenes o ingresasen las fuerzas especiales. Una vez cercado el lugar, los terroristas abandonaron la zona y les dijeron a los rehenes que el campo estaba minado y que no debían moverse de allí.
El ministro dijo que la presencia de tres policías entre los secuestrados permitió que éstos examinaran la zona hasta concluir que no había minas en el terreno. Loret de Mola reiteró que en la liberación de los rehenes no hubo enfrentamientos entre las Fuerzas Armadas y el grupo terrorista, aunque señaló que decenas de estos cuentan con armas de largo alcance.
Los trabajadores de Techint, empresa que construye el gasoducto que conducirá el gas de Camisea desde el departamento andino de Cuzco hasta Lima, fueron secuestrados en la madrugada del lunes en el campamento establecido en la comunidad de Tocate, en la selva del departamento sureño de Ayacucho. Los secuestradores partieron junto a sus rehenes con rumbo desconocido, aunque dejaron una lista de exigencias de rescate, entre las que figuraban el pago de un millón de dólares, la entrega de sofisticados equipos de comunicación, numerosos explosivos y un listado de medicinas. El mandatario confirmó que entre los secuestrados se encontraban siete extranjeros, seis de ellos colombianos y un chileno, así como tres policías peruanos, y que todos fueron liberados "sin pagar nada a cambio".
Por su parte, el ministro de Defensa, Aurelio Loret de Mola, confirmó que Sendero Luminoso fue el autor del secuestro y que hubo una conversación inicial con los terroristas, a los les fueron entregados teléfonos celulares con conexión por satélite, así como cien raciones de alimentos. Agregó que veinte patrullas con miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía realizaron una "operación de bloqueo y presión" que dejó sólo una zona libre para que por ella escapasen los rehenes o ingresasen las fuerzas especiales. Una vez cercado el lugar, los terroristas abandonaron la zona y les dijeron a los rehenes que el campo estaba minado y que no debían moverse de allí.
El ministro dijo que la presencia de tres policías entre los secuestrados permitió que éstos examinaran la zona hasta concluir que no había minas en el terreno. Loret de Mola reiteró que en la liberación de los rehenes no hubo enfrentamientos entre las Fuerzas Armadas y el grupo terrorista, aunque señaló que decenas de estos cuentan con armas de largo alcance.