LD (EFE) Al menos ochenta sospechosos de estar implicados en delitos contra la seguridad de Israel y otros activistas políticos, han sido detenidos por efectivos del Ejército israelí en una segunda gran redada nocturna contra los grupos terroristas de Hamas y Cisjordania.
Los arrestos fueron practicados después de que el máximo dirigente de Hamas, Mahmud al-Zahar, anunciara que ordenó el cese de los ataques con cohetes "Al-Kasam" contra localidades de Israel vecinas de Gaza. La nueva crisis palestino-israelí se desencadenó a menos de dos semanas de la retirada del Ejército israelí de Gaza después del desalojo y el desmantelamiento de los asentamientos judíos.
A diferencia de Hamas, la Yihad Islámica anunció que seguirá con sus operaciones contra Israel tras la muerte del jefe terrorista en Gaza, Mohamed Jalil, y de su ayudante en un ataque de la Fuerza Aérea israelí, en el que otras cuatro personas resultaron heridas. "No hay más tregua, sólo hay lugar para hablar de guerra", declaró el máximo líder de la Yihad, Mohamed el-Hindi.
Las facciones palestinas, por acuerdo con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Abú Mazen, se habían comprometido a mantener un "período de calma" pero reservándose el derecho de reaccionar en caso de producirse ataques de parte de Israel, que el primer ministro, Ariel Sharon, ordenó cesar en febrero de este año después de reunirse con el líder palestino.