LD (EFE) Soldados y policías, apoyados por transportes blindados y tanques, han tomado posición tanto en barrios suníes como chiíes donde este domingo se registraron incidentes con piedras, cuchillos y palos. La tensión es muy grande entre los bloques pro y antisirios.
El problema mas grave tuvo lugar en Kaskás, de mayoría suní, por donde transitan los chiíes que se manifiestan en el centro de la ciudad por cuarto día consecutivo, para pedir la caída del Gobierno de Fuad Siniora al que acusan de prooccidental, corrupto y antisirio. Un joven chií, de veinte años, pereció por las balas de un francotirador, que hasta el momento no ha sido encontrado.
Hezbolá no ha reaccionado todavía a la muerte de un miembro de su comunidad, mientras que Saad Hariri, uno de los líderes de la mayoría antisiria, lanzó un llamamiento a sus seguidores para "no responder a las provocaciones" y cooperar con los militares. El diputado Nawar Sahli acusó al partido "Corriente de Futuro", dirigido por el suní Saad Hariri, de "haber creado cuatro o cinco incidentes simultáneos en la Bekaa y Beirut".