LD (Agencias) En unas breves declaraciones a radiodifusoras locales, el dirigente de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, Felipe Quispe, anunció que mantendrá el bloqueo de las principales carreteras de la zona del altiplano hasta iniciar negociaciones con el nuevo presidente, Carlos Mesa.
Felipe Quispe indicó que su organización mantiene sus exigencias porque existe una grave riesgo mantener la continuidad de las políticas del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada. Por lo pronto, el líder destacó que la CSUTCB mantiene como única salida a la crisis la nacionalización de los recursos hidrocarburíferos, porque "el gas natural debe ser nacionalizado, debe pasar a manos de los indígenas, industrializado en la llamada Bolivia y recién vender a otros países".
Mientras, los campesinos que se habían congregado en el centro de La Paz y en El Alto para frenar el proyecto de Sánchez Lozada, han comenzado a regresar a sus comunidades de origen tras un mes de violentas protestas en las que han muerto alrededor de ochenta personas. En las calles de la capital aún eran visibles los restos de la celebración de los miles de manifestantes que festejaron la renuncia presidencial y el nombramiento de Carlos Mesa, hasta entonces vicepresidente. Los vehículos públicos y privados comenzaron a circular por la ciudad sede de Gobierno, aunque todavía hay dificultades para adquirir combustible.
La autopista que une La Paz con El Alto, donde se encuentra el Aeropuerto Internacional, se encuentra prácticamente despejada de las barricadas que la habían hecho intransitable estos días. Sin embargo, aún no se ha anunciado la reapertura de vuelos en el aeropuerto, desde donde hace casi una semana no parte ningún avión comercial, dada la imposibilidad de salir de sus instalaciones. En la región del Chapare, los campesinos han iniciado el levantamiento de los bloqueos para dar al nuevo presidente la tregua concedida por el líder de la oposición y dirigente cocalero, Evo Morales.
Primera jornada de Carlos Mesa
Carlos Mesa comenzó su primera jornada como presidente de Bolivia con una visita a la catedral, situada en la céntrica Plaza Murillo de La Paz, donde también contempló el sepulcro del mariscal Andrés de Santa Cruz, una de las personalidades históricas favoritas del nuevo mandatario. Un portavoz explicó que poco después de su investidura por el Congreso, el gobernante tomó sus primeras decisiones y mantuvo encuentros con algunos líderes sociales. Su primera acción fue ordenar que regresen a los cuarteles los tanques que custodiaban el Palacio de Gobierno y la Plaza Murillo para ayudar en la pacificación. También se reunió con el obispo de El Alto, Juan Jesús Juárez, y con la ex defensora del Pueblo Ana María Romero, que lideró los últimos días una protesta para exigir la renuncia del ya ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, quien el viernes abandonó el país.
El nuevo presidente inició su agenda de encuentros los alcaldes de las ciudades de La Paz y de El Alto, Juan del Granado y José Luis Paredes, respectivamente, con los que analizó un programa de reparación de los daños provocados por los conflictos de las últimas dos semanas. En sus actividades el nuevo mandatario boliviano está acompañado de José Galindo Nedder, su secretario de asuntos generales en la Vicepresidencia de la República, que probablemente ocupe un cargo en el nuevo gobierno de la nación.
El nuevo mandatario, historiador y periodista, entró a pie al Palacio de Gobierno tras visitar la catedral y el sepulcro del mariscal Andrés de Santa Cruz, que presidió entre 1829 y 1839 uno de los gobiernos más pacíficos y exitosos de la historia boliviana. Antes de la toma de posesión de los ministros del gabinete, prevista para la noche de este sábado, Mesa asistirá a un acto en la ciudad de El Alto, vecina de La Paz, de homenaje a las víctimas de las violentas protestas.
Felipe Quispe indicó que su organización mantiene sus exigencias porque existe una grave riesgo mantener la continuidad de las políticas del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada. Por lo pronto, el líder destacó que la CSUTCB mantiene como única salida a la crisis la nacionalización de los recursos hidrocarburíferos, porque "el gas natural debe ser nacionalizado, debe pasar a manos de los indígenas, industrializado en la llamada Bolivia y recién vender a otros países".
Mientras, los campesinos que se habían congregado en el centro de La Paz y en El Alto para frenar el proyecto de Sánchez Lozada, han comenzado a regresar a sus comunidades de origen tras un mes de violentas protestas en las que han muerto alrededor de ochenta personas. En las calles de la capital aún eran visibles los restos de la celebración de los miles de manifestantes que festejaron la renuncia presidencial y el nombramiento de Carlos Mesa, hasta entonces vicepresidente. Los vehículos públicos y privados comenzaron a circular por la ciudad sede de Gobierno, aunque todavía hay dificultades para adquirir combustible.
La autopista que une La Paz con El Alto, donde se encuentra el Aeropuerto Internacional, se encuentra prácticamente despejada de las barricadas que la habían hecho intransitable estos días. Sin embargo, aún no se ha anunciado la reapertura de vuelos en el aeropuerto, desde donde hace casi una semana no parte ningún avión comercial, dada la imposibilidad de salir de sus instalaciones. En la región del Chapare, los campesinos han iniciado el levantamiento de los bloqueos para dar al nuevo presidente la tregua concedida por el líder de la oposición y dirigente cocalero, Evo Morales.
Primera jornada de Carlos Mesa
Carlos Mesa comenzó su primera jornada como presidente de Bolivia con una visita a la catedral, situada en la céntrica Plaza Murillo de La Paz, donde también contempló el sepulcro del mariscal Andrés de Santa Cruz, una de las personalidades históricas favoritas del nuevo mandatario. Un portavoz explicó que poco después de su investidura por el Congreso, el gobernante tomó sus primeras decisiones y mantuvo encuentros con algunos líderes sociales. Su primera acción fue ordenar que regresen a los cuarteles los tanques que custodiaban el Palacio de Gobierno y la Plaza Murillo para ayudar en la pacificación. También se reunió con el obispo de El Alto, Juan Jesús Juárez, y con la ex defensora del Pueblo Ana María Romero, que lideró los últimos días una protesta para exigir la renuncia del ya ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, quien el viernes abandonó el país.
El nuevo presidente inició su agenda de encuentros los alcaldes de las ciudades de La Paz y de El Alto, Juan del Granado y José Luis Paredes, respectivamente, con los que analizó un programa de reparación de los daños provocados por los conflictos de las últimas dos semanas. En sus actividades el nuevo mandatario boliviano está acompañado de José Galindo Nedder, su secretario de asuntos generales en la Vicepresidencia de la República, que probablemente ocupe un cargo en el nuevo gobierno de la nación.
El nuevo mandatario, historiador y periodista, entró a pie al Palacio de Gobierno tras visitar la catedral y el sepulcro del mariscal Andrés de Santa Cruz, que presidió entre 1829 y 1839 uno de los gobiernos más pacíficos y exitosos de la historia boliviana. Antes de la toma de posesión de los ministros del gabinete, prevista para la noche de este sábado, Mesa asistirá a un acto en la ciudad de El Alto, vecina de La Paz, de homenaje a las víctimas de las violentas protestas.