L D (EFE) "Consideraba que el terremoto habría afectado sólo a las casas viejas, lo había visto desde el helicóptero, yo me decía son casas viejas, pero aquí veo que no hay una casa íntegra", dijo de la capital de la región de Los Abruzos dañada el pasado lunes por un terremoto.
En la Plaza de Duomo el primer ministro comentó que L'Aquila es una ciudad "no sólo herida, sino en condiciones dramáticas, con edificios de gran valor histórico que están destruidos que, en cualquier caso, tendrán que ser derruidos para reconstruirlos según el proyecto original".
Reconoció que "es un trabajo ímprobo sobre el que no podemos hacer ahora ninguna previsión", aunque dijo que es más fácil reconstruir los edificios pequeños.
Berlusconi, que acudió por tercer día consecutivo a la zona, afirmó: "Continuaré viniendo aquí porque me parece oportuno que uno se dé cuenta en primera persona de lo que ha ocurrido".
Cerca de la Casa de los Estudiantes, donde ayer fueron rescatados los cadáveres de cuatro jóvenes y hoy de otros dos, Berlusconi fue interpelado por una anciana que le dijo: "Silvio, ayúdanos porque no tenemos nada y yo no tengo ya ni los dientes" a lo que el primer ministro respondió: "Italia responde, hacemos lo posible".
Y le recomendó, como viene insistiendo Berlusconi estos días, que fuera a instalarse en un hotel: "Vaya a un hotel, no la dejaremos sola".