L D (EFE) Los 300 agentes que intervinieron el martes trasrecibir la información buscaron sin éxito explosivos en las inmediaciones del centro, que no aloja actualmente a soldados estadounidenses.
Otro de los hospitales de la Bundeswehr (el Ejército alemán), situado en Ulm (estado federado de Baviera, en el sur del país), reforzó sus dispositivos de seguridad como medida preventiva.
En Fráncfort, un portavoz del Ministerio regional de Interior informó de que "se han modificado ligeramente" algunos de los estándares de seguridad en el aeropuerto de Rhein/Main. Se trata de una de las tres bases aéreas que Estados Unidos tiene en Alemania, cuenta con 2.000 trabajadores –civiles y militares– y es muy importante en la coordinación de intervenciones de las fuerzas armadas de ese país en todo el mundo.
El grupo Ansar al Islam, vinculado a Al-Qaeda, fue fundado en septiembre de 2001 con el nombre de Jund el Islam ("Soldados del Islám") y cuenta con un millar de miembros reagrupados en pequeñas células, de los que un centenar estarían repartidos por Alemania. Todo apunta a que este país se ha salvado de unas acciones terroristas que hubieran sido los primeros atentados desde que el 11 de septiembre de 2001 abriera una nueva etapa en las estrategias de vigilancia de los distintos departamentos de Interior del país.
Desde entonces se han controlado las actividades de organizaciones sospechosas y se han seguido numerosas pistas sobre posibles atentados, que no han llegado a producirse. Anteriores pistas o advertencias de las autoridades estadounidenses sobre posibles atentados en Alemania habían sido "más bien difusas, nunca tan concretas", señaló el martes por la noche el responsable de los servicios secretos de Hamburgo, Heino Vahldiek.
En el caso de los supuestamente planeados en Hamburgo y Fráncfort, las autoridades han obtenido pistas que nunca habían sido tan concretas: personas, objetivos y periodo de tiempo en que podrían producirse los atentados, explicó.