Los restos de la turista argentina que murió junto a un guía peruano en el Camino del Inca que conduce a Machu Picchu serán trasladados este miércoles a Lima para ser luego repatriados, informó el cónsul general adjunto de la Argentina en el Perú, Gabriel Volpi.
"Nos hemos comunicado con los familiares de la víctima. Se espera que el féretro llegue a Lima mañana para poder repatriarlo a la Argentina", señaló el diplomático.
La joven argentina murió el lunes en la zona de Wiñay Huayna, donde también resultaron heridas otras tres personas, mientras que el guía turístico falleció el martes en el tramo conocido como Inti Punku, informaron medios locales.
Volpi dijo ayer que debido a las lluvias torrenciales cerca de 600 turistas argentinos estaban varados en la localidad de Aguas Calientes, desde donde se asciende a la famosa ciudadela inca de Machu Picchu.
"Aguas Calientes está aislada. Las autoridades están racionalizando la comida, pero al menos no hay reportes de enfermos graves", acotó el cónsul argentino, quien viajará hoy al Cuzco para colaborar en la evacuación de sus compatriotas.
Las autoridades peruanas habían evacuado el martes a 475 de los 2.000 turistas afectados por lluvias torrenciales e inundaciones, y esperaban trasladar durante el miércoles en helicópteros a otros 800.
"Mañana esperamos, si Dios nos ayuda y el clima también nos permite, en un lapso de ocho horas estar sacando cerca de 700 a 800 turistas", señaló el ministro en declaraciones citadas por la agencia oficial Andina.
Pérez, quien dirige las operaciones desde Cuzco, ciudad ubicada a más de 1.100 kilómetros al sureste de Lima, señaló que 11 helicópteros participarán en las operaciones.
Las últimas dos muertes se sumarían a las ocho registradas desde el domingo pasado por los efectos de las lluvias torrenciales, aunque aún no hay cifras oficiales.
Ante esta situación, el presidente del Gobierno regional de Cuzco, Hugo Gonzales, anunció que el antiguo poblado inca de Machu Picchu --que recibe a unos 2.000 visitantes cada día- permanecerá cerrado hasta que se repare la línea del tren que ha quedado averiada por las lluvias.