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Siete muertos en la India por la explosión de una bomba colocada en un abarrotado cine

Una bomba de "baja intensidad" ha estallado en el cine Shringar de la localidad de Ludhiana, en el estado de Punjab. El atentado ha dejado siete personas muertas y 32 heridas, según han informado fuentes oficiales. El artefacto fue colocado en la tercera fila de una zona de la denominada "clase baja". En la sala había unas seiscientas personas. La televisión india ha emitido imágenes tras el atentado en las que se ven roturas de cristales en ventanas y puertas en la entrada del recinto y a personas mutiladas a causa de la explosión.

LD (EFE) La cadena de televisión NDTV ha informado que al menos siete personas han muerto y otras 32 permanecen heridas de diversa consideración por la explosión de una bomba en el concurrido cine de Shringar, ubicado en Ludhiana, en el estado de Punjab, en el norte de la India. En la sala había unos seiscientos espectadores.
 
Según fuentes policiales, dos personas murieron en el acto a causa del estallido y otras cinco posteriormente por las graves heridas recibidas. Uno de los espectadores que se encontraba en el interior de la sala en el momento de la deflagración aseguró a NDTV que entre los fallecidos hay al menos un niño.
 
Una fuente oficial explicó a la NDTV que la bomba estaba situada en la tercera fila de una zona de la denominada "clase baja", a la que suelen acudir normalmente trabajadores procedentes de otras regiones de la India. Por su parte, Ishwar Singh, portavoz de la Policía de Ludhiana, indicó que el estallido fue provocado por un artefacto de "baja intensidad", aunque "todavía tenemos que determinar qué tipo de explosivo era".
 
Aunque por el momento ningún grupo se ha atribuido el ataque, las autoridades no descartan que haya sido obra de grupos terroristas de corte islámico que hayan contado con la ayuda de alguna organización separatista del Punjab, región que hace frontera con Pakistán. Este atentado ha tenido lugar en una de las fechas religiosas del calendario musulmán Eid-alFitr, que marca el final del mes del Ramadán y coincide con el comienzo de dos importantes festivales hindúes: el Dussehra y el Diwali.
 
Se trata del segundo atentado que se perpetra en una semana en el norte de la India, después de que dos personas murieran días antes en una mezquita por la explosión de una bomba en el vecino estado de Rajastán.

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