LD (EFE) La segunda ampliación de la OTAN a países del antiguo Bloque del Este culminó con la ceremonia de bienvenida a los siete nuevos miembros, mientras la organización estudia una posible misión en Irak. Estonia, Letonia, Lituania, Bulgaria, Rumanía, Eslovenia y Eslovaquia sellaron su ingreso en la Organización de la Alianza Atlántica, en una ceremonia en el jardín sur de la Casa Blanca.
"Les doy la bienvenida en las filas de la Organización del Atlántico Norte", afirmó el presidente estadounidense, George Bush, quien recalcó la obligaciones de democracia y defensa mutua que implica la participación en la Alianza. Anteriormente, los jefes de Gobierno de los siete países habían presentado los documentos de ingreso en el Departamento de Estado, cuyo titular, Colin Powell, les dio la bienvenida a "la mayor y más exitosa alianza de la historia".
Sin embargo, la jornada de celebración no estuvo exenta de debate. El secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, trató con Bush la posibilidad de que la ONU apruebe "lo antes posible" una resolución que legalice el mandato de una misión que la Alianza planea para Irak. Una resolución de Naciones Unidas "es políticamente esencial, aunque legalmente no es necesaria al cien por ciento", afirmó a la prensa De Hoop Scheffer. Bush, en la ceremonia de la Casa Blanca, recordó que los países de la OTAN "estamos ahora esforzándonos par promover la paz y estabilidad por todo el mundo", y recordó que los siete países contribuyeron en el pasado o lo hacen ahora en la guerra y reconstrucción de Irak.
Otros tres países -Croacia, Macedonia y Albania- están en la lista de espera para lograr el acceso a la organización. La conclusión de este proceso de ampliación de la Alianza Atlántica culmina un largo camino, iniciado tras la desintegración del Pacto de Varsovia y la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), ambos en 1991. EEUU respaldó firmemente la ampliación de la OTAN a países del antiguo bloque del Este, incluso a pesar de las reticencias de muchos de sus aliados europeos que miraban con prevención la reacción de Moscú.