L D (EFE) "Sharón clavó un cuchillo por la espalda al Shinui para meter en su coalición al JUT, que no apoya su plan de desconexión con los palestinos", afirmó en la Knesset el líder de la formación liberal, Tomy Lapid.
La derrota del Ejecutivo estaba cantada desde el martes, cuando Shinui (bestia negra de los sectores ultrarreligiosos) anunció que votaría en contra para protestar por un acuerdo alcanzado entre Sharon y el JUT que reportará a este partido 300 millones de shekels (52 millones de euros). Dicha cifra saldrá de los presupuestos de reserva.
Sharon advirtió a los miembros de su Gabinete que quien votase en contra del proyecto saldría del Ejecutivo. Dicho y hecho: en la noche del mismo miércoles entregó las preceptivas cartas de destitución a los cuatro ministros de Shinui.
Ahora el Gobierno sólo controla 45 bancas de la Knesset (40 de Likud y 5 de JUT), de un total de 120. De ahí que Sharon necesite buscar nuevos socios (vuelve a cobrar fuerza la incorporación de Avóda –Partido Laborista– al Ejecutivo) o convocar elecciones anticipadas.
Ahora el Gobierno sólo controla 45 bancas de la Knesset (40 de Likud y 5 de JUT), de un total de 120. De ahí que Sharon necesite buscar nuevos socios (vuelve a cobrar fuerza la incorporación de Avóda –Partido Laborista– al Ejecutivo) o convocar elecciones anticipadas.
El primer ministro rechazó todas las ofertas que le hizo Shinui para solventar la crisis. "Está claro que su objetivo era sacarnos de la coalición y traer a los laboristas", afirmó el liberal Ilán Shalgui, que recordó que Avodá aprobó el martes su posible incorporación al Gobierno.