LD (Agencias) La cadena de noticias británica BBC , ha confirmado que una patrulla de “marines” estadounidenses han matado a tiros a dos niños iraquíes y han herido a otros nueve civiles en un control de carretera instalado en la ciudad de Nasiriya. Según el mando militar, el suceso se produjo cuando dos vehículos en los que viajaban civiles iraquíes no pararon en el control y los soldados pensaron que podía tratarse de un atentado suicida. De acuerdo con el corresponsal de la cadena británica, los estadounidenses no encontraron armas o explosivos en los vehículos en los que viajaban los civiles. Un portavoz de las fuerzas aliadas, el capitán Jay Delarosa, aseguró que se “lamenta profundamente” el incidente. En otro orden, el mando central aliado indicó que en Karbala fueron capturados más de cien tanques iraquíes.
En la parte sur de Irak, el Ejército español comenzó este jueves a repartir las veinte toneladas de ayuda humanitaria enviadas por España al pueblo iraquí, pero tuvo que suspender el reparto ante la confusión y el tumulto que generó la operación. Dos camiones del Ejército de Tierra cargados con raciones de comida y agua se desplegaron en la aldea meridional de Um Qasar, único puerto de aguas profundas de Irak. Rodeados por los infantes de marina del Primer Batallón de la Armada con base en San Fernando, Cádiz (sur de España), los iraquíes se arremolinaron en torno a los vehículos, ansiosos por hacerse con una de las raciones de comida especial para musulmanes enviada por España.
“Esta primera entrega se hace directamente a la población, pero las próximas se harán a través de la autoridad local”, que trata de constituir el ejercito británico, explicó el jefe de la expedición, el almirante Juan Antonio Moreno Susanna. Entre gritos de “¡Bush sí. Sadam no!”, los iraquíes salían sudorosos pero alegres en medio de la marabunta con su botella de agua y su paquete de alimentos. “Aquí no hay agua, aquí no hay nada; damos las gracias a quienes nos ayudan”, decía contenta Fatima Abdel Hamid, una anciana cubierta de pies a cabeza con un traje negro. Pero no todos demostraron alegría y algunos como Tarek Al Ayubi, se quejaban de que esto “no es más que un regalo que no nos va a ayudar y vamos a seguir igual que cuando estaba Sadam”.
El reparto de la ayuda humanitaria, que hasta ahora llega de forma escasa e insuficiente al sur de Irak, ha sido duramente criticado por las organizaciones internacionales, que denuncian que los militares no tienen ni la capacidad ni las infraestructuras ni la experiencia para realizarla. Un miembro de la organización internacional “Save the Children”, que asistió al reparto español en Um Qasar criticó la manera arbitraria de la entrega indiscriminada a la población. La ayuda humanitaria española arribó al puerto en la tarde del miércoles tras una larga travesía y una escala técnica en el puerto de Yibuti, en el cuerno de África. A bordo de los tres barcos viajan 900 soldados- de ellos 76 mujeres- de los tres cuerpos del ejercito al mando directo del Estado mayor de la defensa. La mitad de esos soldados ya tiene experiencia en prestar ayuda humanitaria y algunos han servido ya en más de diez misiones en lugares como Kosovo, Bosnia y Afganistán. Además de la ayuda humanitaria, los navíos transportan dos hospitales completos, uno de ellos móvil, que será desplegado en localidad en los próximos dos días, una vez concluidas las operaciones de reconocimiento. También se ha desplazado una unidad del cuerpo de ingenieros de n Salamanca para contribuir a la reparación de infraestructuras dañadas, como el fluido eléctrico y las conducciones de agua.
En la parte sur de Irak, el Ejército español comenzó este jueves a repartir las veinte toneladas de ayuda humanitaria enviadas por España al pueblo iraquí, pero tuvo que suspender el reparto ante la confusión y el tumulto que generó la operación. Dos camiones del Ejército de Tierra cargados con raciones de comida y agua se desplegaron en la aldea meridional de Um Qasar, único puerto de aguas profundas de Irak. Rodeados por los infantes de marina del Primer Batallón de la Armada con base en San Fernando, Cádiz (sur de España), los iraquíes se arremolinaron en torno a los vehículos, ansiosos por hacerse con una de las raciones de comida especial para musulmanes enviada por España.
“Esta primera entrega se hace directamente a la población, pero las próximas se harán a través de la autoridad local”, que trata de constituir el ejercito británico, explicó el jefe de la expedición, el almirante Juan Antonio Moreno Susanna. Entre gritos de “¡Bush sí. Sadam no!”, los iraquíes salían sudorosos pero alegres en medio de la marabunta con su botella de agua y su paquete de alimentos. “Aquí no hay agua, aquí no hay nada; damos las gracias a quienes nos ayudan”, decía contenta Fatima Abdel Hamid, una anciana cubierta de pies a cabeza con un traje negro. Pero no todos demostraron alegría y algunos como Tarek Al Ayubi, se quejaban de que esto “no es más que un regalo que no nos va a ayudar y vamos a seguir igual que cuando estaba Sadam”.
El reparto de la ayuda humanitaria, que hasta ahora llega de forma escasa e insuficiente al sur de Irak, ha sido duramente criticado por las organizaciones internacionales, que denuncian que los militares no tienen ni la capacidad ni las infraestructuras ni la experiencia para realizarla. Un miembro de la organización internacional “Save the Children”, que asistió al reparto español en Um Qasar criticó la manera arbitraria de la entrega indiscriminada a la población. La ayuda humanitaria española arribó al puerto en la tarde del miércoles tras una larga travesía y una escala técnica en el puerto de Yibuti, en el cuerno de África. A bordo de los tres barcos viajan 900 soldados- de ellos 76 mujeres- de los tres cuerpos del ejercito al mando directo del Estado mayor de la defensa. La mitad de esos soldados ya tiene experiencia en prestar ayuda humanitaria y algunos han servido ya en más de diez misiones en lugares como Kosovo, Bosnia y Afganistán. Además de la ayuda humanitaria, los navíos transportan dos hospitales completos, uno de ellos móvil, que será desplegado en localidad en los próximos dos días, una vez concluidas las operaciones de reconocimiento. También se ha desplazado una unidad del cuerpo de ingenieros de n Salamanca para contribuir a la reparación de infraestructuras dañadas, como el fluido eléctrico y las conducciones de agua.