(Libertad Digital) Varios artículos que circulan a través de internet apuntan a las dudas que se ciernen sobre la votación del referéndum en Venezuela del pasado domingo 15 de febrero en el que salió ganador el "sí" impulsado por Hugo Chávez por un margen no tan amplio como le hubiera gustado al oficialismo.
Luis Herrero fue seguramente uno de los primeros que habló claramente sobre irregularidades durante el proceso comenzando con la ampliación del horario para que los ciudadanos acudieran a votar. Sin embargo, días después de conocerse los resultados, exactamente el viernes 20 de febrero, Bill McCollum, Fiscal General del estado de Florida (EEUU), señaló en un artículo en el Nuevo Herald que "con este referéndum Chávez consiguió ganar, por el uso de demagogia, intimidación y fraude electoral, lo que antes había perdido".
Williams Cárdenas, presidente de la Plataforma Democrática de Venezolanos, señaló este sábado en el programa "Debates en Libertad" de Libertad Digital TV dedicado a la situación de Venezuela tras el referéndum, que Chávez implantó un sistema del voto electrónico con el cual –a través de otros instrumentos electrónicos– también puede conocer el voto de cada ciudadano, algo que en su opinión "conspira contra la libertad y contra el principio del voto secreto". Según Cárdenas, en Venezuela se ha alterado de "una manera brutal" el censo electoral y allí votar se ha convertido en un "ejercicio bélico" porque todos los centros de votación están tomados por las fuerzas armadas que le garantizan a Chávez que todo transcurra según sus intereses.
Por su parte, en el mismo programa, Pilar Ayuso, eurodiputada del PP, que estuvo también con Herrero en Venezuela, explicó que le sorprendió el sistema de votación: "Allí llega el elector y primero tiene que pasar por unos ordenadores donde pone el dedo que le llaman el 'cazahuellas'. Entonces ya saben quién va a votar y quién no va a votar. Luego en lugar de ir a una mesa un coger una papeleta que pone 'sí' o 'no' y meterla en la urna pues van a una maquina electrónica, le dan al botón del 'sí' o del 'no', y ponen votar y les sale un papelito que pone 'sí' o 'no'. Ese papelito lo pone en la urna". Según Ayuso, con un sistema wi-fi pueden así controlar cómo va la votación en tiempo real.
Las miradas vuelven a orientarse sobre la empresa Smartmatic, encargada de facilitar los equipos para la votación electrónica en Venezuela en el último proceso. También pretende entrar en Ecuador, cuyo presidente Rafael Correa también ha sucumbido a los encantados bolivarianos de Hugo Chávez. La candidata Martha Roldós –opositora a Correa– denunció la presencia de miembros del Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) y de la empresa Smartmatic en su país.
Según algunos datos, Smartmatic es una empresa que desde el año 2000 tiene su sede en Boca Ratón, Florida, uno de los estados donde, dicho sea de paso, el Gobierno de Chávez vende millones de litros de gasolina venezolano a través de Citgo Petroleum. Sin embargo, su origen real es Venezuela. Ahí dio durante años servicios informáticos a bancos y años después logró un contrato del CNE para la votación electrónica. Según algunas fuentes que aparecen por internet, el presidente de Smartmatic también es presidente de la empresa Bizta Corp, cuyo 28 por ciento es propiedad del Gobierno de Venezuela. De hecho, en un informe realizado por el Miami Herald se apuntaba que el Gobierno venezolano inyectó un cuarto de millón de dólares a la empresa para evitar su quiebra.
Smartmatic ha sido investigado por la Justicia de EEUU por una supuesta venta fraudulenta. Además, los investigadores venezolanos Celia Añez y Baldomero Vásquez señalaron hace unas semanas en la revista Zeta de Venezuela que con el voto electrónico "es más factible realizar un fraude, torcer la realidad de un acto electoral". Para ellos "Smartmatic debería ser expulsada de Venezuela por práctica comercial inmoral, pero en cambio es alabada por el gobierno y la oposición no dice nada". Además, recuerdan las palabras del doctor David Dill, profesor de Ciencias Informáticas de la Universidad de Stanford y con grado en esta especialidad en el Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT), quien dijo que "una máquina de votar electrónica puede convertirse en el mejor amigo de un gobierno autoritario".