L D (EFE) Tras su regreso a París, el ministro de Exteriores francés acudió al Palacio del Elíseo para presentar un informe al presidente Chirac sobre “la primera parte” de su misión, que le llevó a Egipto, Qatar y Jordania. El balance del viaje, según Michel Barnier, es positivo porque tiene "razones serias para creer" que los dos periodistas franceses en Irak gozan "de buena salud y que un desenlace favorable es posible".
Sin embargo, no parece que vaya a producirse de forma tan inminente como algunos dirigentes franceses habían dado a entender. De las palabras de Barnier se desprende que todavía no hay compromiso alguno de los secuestradores para dejar en libertad a los periodistas franceses. El jefe de la diplomacia francesa se declarado "listo a regresar para esta región en cualquier momento. Nuestra prioridad absoluta es obtener la liberación de Christian Chesnot y de Georges Malbrunot. Nuestra prioridad es su seguridad", dijo Barnier.