El presidente portugués, Jorge Sampaio, animó a última hora de este sábado a los electores a acudir a las urnas a votar y dos días antes opinó que Portugal necesita de mejores políticos. La abstención en las sucesivas legislativas portuguesas ha ido en ascenso, desde el 21,4 por ciento de 1983, al récord histórico del 38,1 por ciento, en 1999.
Los socialistas parten como favoritos
El secretario general del Partido Socialista (PS), José Sócrates, parte como favorito en todas las encuestas, que también casi unánimemente le otorgan la posibilidad de conseguir la mayoría absoluta que ha reclamado en su campaña en pro de la estabilidad. El Partido Social Demócrata (PSD) presenta como cabeza de lista al primer ministro en funciones, Pedro Santana Lopes, que tomó el relevo en julio de 2004 de José Manuel Durao Barroso, cuando éste aceptó ser candidato para presidir la Comisión Europea.
Ante las encuestas que le dan como perdedor, Santana Lopes ha centrado su campaña en pedir a los indecisos, que pueden ser un tercio del electorado, que decanten su voto hacia el PSD y den un vuelco a los pronósticos. A distancia de los dos anteriores partidos y en pugna por una franja total de una cuarta parte del voto hay otras tres fuerzas políticas con capacidad de obtener escaños: el Partido Popular (CDS-PP), la coalición formada por el Partido Comunista Portugués (PCP) y Os Verdes y el radical Bloco de Esquerda (BE).