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Se abre el debate ministerial sobre la Constitución Europea con cuestiones no institucionales

El ministro italiano de Exteriores, Franco Frattini, abrió este viernes el debate ministerial sobre la Constitución Europea planteando a sus colegas en primer lugar las cuestiones no institucionales incluidas en la propuesta de compromiso de la Presidencia.

L D (EFE) Fuentes del Consejo de la UE dijeron que la intención de la presidencia italiana es reservar la cena de este viernes a las disposiciones relativas a la defensa común y la sesión de trabajo de este sábado a los temas institucionales, ciertamente los más difíciles. Los ministros de Exteriores de los 25 países europeos que participan en la Conferencia intergubernamental (CIG) comenzaron en Nápoles un "cónclave" (reunión informal restringida) en el que pretenden desbrozar el camino para la aprobación a mediados de diciembre de la primera Constitución común europea.
 
Las viejas divergencias, agravadas esta semana a raíz de la suspensión de la aplicación del Pacto de estabilidad del euro a Alemania y Francia, auguran sin embargo pocos avances en este encuentro, penúltimo de rango ministerial antes de la cumbre de jefes de gobierno que se celebrará en Bruselas los días 12 y 13 de diciembre. La presidencia de turno italiana ha sometido en este "cónclave" a las delegaciones, por primera vez desde que comenzó la CIG el 4 de noviembre en Roma, un paquete de enmiendas de compromiso destinado a resolver la mayor parte de las objeciones planteadas al borrador constitucional que elaboró durante año y medio la Convención de Valery Giscard D'Estaing.
 
Sin embargo, en su documento de 69 páginas la presidencia italiana no plantea ninguna salida a los tres principales escollos de la negociación, que constituyen el núcleo duro del reparto de poder en las instituciones de la UE: la definición del voto por mayoría, el número de miembros de la Comisión Europea y la distribución de los escaños en el Parlamento Europeo.
 
Posición de España
 
En una entrevista previa al "cónclave", la ministra española de Exteriores, Ana Palacio, volvió a reiterar la negativa de España a cambiar la ponderación de voto acordada hace tres años: "El texto vigente es el de Niza", dijo a la televisión italiana RAI. "No se puede decir que con 25 estados no funcionará, porque con él (el Tratado actual) se ha construido una Europa bastante eficaz", dijo.
 
La propuesta de compromiso italiana se limita a constatar que "un amplio número" de delegaciones apoya la fórmula de voto de la "doble mayoría" introducida por la Convención (mayoría de estados que represente al menos al 60 por ciento de la población de la Unión). La Presidencia, no obstante, "es consciente" de que "para unas pocas delegaciones", la propuesta de la Convención "no es aceptable tal y como está formulada ahora", añade el texto en alusión a España y Polonia sobre todo.
 
Frattini, que ha anunciado su intención de "seguir reflexionando en torno a posibles vías para responder a las preocupaciones" de esos dos países, podría suscitar alguna alternativa verbalmente este sábado, pero ha dejado claro que deberá respeta el triple principio de ser "simple, eficaz y transparente".
 
Composición de la Comisión
 
Por lo que respecta a la composición de la Comisión, el compromiso de la Presidencia considera igualmente que el texto de la Convención constituye "una buena base" para que el Ejecutivo comunitario funcione eficazmente en la Europa ampliada. El borrador de la Convención propuso una Comisión dividida en dos grupos. Por un lado, habrá un "colegio" de 15 "comisarios europeos", incluido su presidente y su vicepresidente, quien a la vez asumirá el nuevo cargo de ministro de Asuntos Exteriores de la Unión, los cuales tendrán plenos poderes. Por otro lado estará el resto de "comisarios" sin derecho a voto.
 
A pesar de que el borrador constitucional prevé un sistema de rotación entre todos los estados, en estricto pie de igualdad, para cubrir los puestos de "comisarios europeos", la Presidencia reconoce en su documento que "un significativo número" de delegaciones –en realidad, casi todos los "pequeños" y los nuevos socios– "prefiere, por razones de legitimidad, que la Comisión esté compuesta por un nacional procedente de cada estado miembro".
 
La Comisión actual, que preside desde 1999 el italiano Romano Prodi, volvió a recordar este jueves que el esquema introducido por la Convención, con comisarios de primera y de segunda, "es la peor solución" posible. 

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