LD (EFE) Según varios periódicos del Reino Unido, los terroristas del 7-J planeaban atentar contra conocidas atracciones turísticas de Londres como el Big Ben, el palacio de Buckingham (residencia oficial de la reina Isabel II), la céntrica plaza de Trafalgar y el "Ojo de Londres", la gigantesca noria que se alza frente al Parlamento a orillas del río Támesis.
Esos planes se revelaron el pasado jueves cuando "Scotland Yard" y la Fiscalía informaron de que habían acusado a tres hombres en relación con el 7-J, que causó 56 muertos (incluidos los cuatro terroristas suicidas) y unos setecientos heridos. Los detalles forman parte de la investigación que lleva a cabo, con gran secretismo y paciencia, la Policía británica sobre los ataques.
Tres hombres fueron acusados este jueves en relación con los atentados del 7-J, informó "Scotland Yard", al subrayar que la investigación continúa y puede haber más detenciones en el futuro. Los imputados, detenidos el pasado marzo, están acusados de conspirar, entre el primero de noviembre del 2004 y el veintinueve de junio del 2005, con los autores de la masacre.
Según la Fiscalía, los tres hombres, primeros sospechosos contra quienes se formulan cargos por el 7-J, participaron en labores de "reconocimiento y planificación para conspirar con los responsables últimos de los ataques del siete de julio". Los terroristas son Mohammed Shakil, de treinta años; Waheed Ali, conocido también como Shipon Ullah, de veintitrés; y Sadeer Saleem, de veintiséis, y todos proceden de Leeds, la ciudad del norte de Inglaterra en la que residían tres de los autores de la matanza.