LD (EFE) El dirigente del Frente Nacional (FN), Jean-Marie Le Pen, ha vuelto a pisar el palacio del Elíseo después de varios años. El ultraderechista acudió a una cita con el presidente Nicolas Sarkozy que está consultando a representantes políticos y otras personalidades de cara a la crucial cumbre de la UE en Bruselas sobre un nuevo tratado europeo.
Le Pen celebró como un "gesto democrático" la "iniciativa" de Sarkozy de incluirle en esta ronda de consultas. Comentó que "desde hace un cierto tiempo, era una anomalía que el Frente Nacional no fuera considerado como un partido político como los otros". A la salida, el antieuropeo indicó que el presidente "me comentó sus proyectos europeos. Le dije lo que él ya sabía: nuestras profundas divergencias en este tema". Resumió la reunión comentando que, básicamente, fue un intercambio de puntos de vista "general".
El antecesor de Sarkozy, Jacques Chirac, siempre excluyó a Le Pen de sus consultas con representantes de formaciones políticas. Además, se negó a debatir con el ultraderechista entre las dos vueltas de las elecciones presidenciales de 2002, después de que el líder del FN ocupara el segundo puesto tras eliminar al candidato socialista, el entonces primer ministro Lionel Jospin, en la primera.
La invitación de Sarkozy a Le Pen fue criticada por el opositor Partido Socialista (PS), que se declaró "sorprendido de que, por primera vez, el líder de la ultraderecha sea recibido por el presidente de la República antes de una cumbre europea". Además, dijo en un comunicado de prensa que es más sorprendente esa iniciativa en la medida en que el Elíseo no había anunciado que recibiría a Los Verdes, que "están representados" en las dos cámaras legislativas francesas y en el Parlamento Europeo.