Sadam se niega a colaborar pero sus documentos han permitido más detenciones

También aseguró que "las tropas estadounidenses le van a tratar bien", con lo que descartó que vaya a emplearse ningún tipo de violencia contra él. Washington ha declarado que se respetará la Convención de Ginebra, aunque no le ha adjudicado el estatus de prisionero de guerra. De momento, quienes le interrogan -funcionarios de los servicios secretos y militares- no han conseguido que Sadam Husein, que al ser capturado parecía muy desorientado, proporcione mucha información.

Según fuentes militares, se limita a contestar a las preguntas con vaguedades o con retórica nacionalista. Los expertos de los servicios secretos calculan que, como ha sucedido en las detenciones de altos dirigentes de Al Qaida, pueden pasar meses hasta que se consiga quebrarle psicológicamente.

Lo que Sadam sí ha hecho ha sido admitir su identidad, no oponer resistencia a su traslado y permitir que se le efectuara un examen médico. Preguntado en los primeros interrogatorios sobre el paradero de las armas de destrucción masiva que se le atribuía a su régimen, Sadam Husein ha negado su existencia y ha alegado que se trató de un invento de EEUU para justificar la guerra, según las fuentes.

Hasta el momento se ha negado también a responder a las preguntas acerca de sus colaboradores o grupos de la resistencia contra las tropas de la coalición. Pero aunque el ex presidente iraquí se niega a cooperar, las tropas estadounidenses han podido practicar ya otras detenciones de colaboradores suyos, entre ellas los líderes de algunas células de la resistencia en Bagdad. Ello se debe a que en la operación que llevó a la captura del ex dirigente, los soldados de EEUU lograron incautarse de una serie de documentos, en los que figuraban datos sobre reuniones de dirigentes de la resistencia, con los nombres incluidos. Hasta el momento, el Pentágono no ha querido proporcionar detalles acerca de las identidades de los detenidos.