L D (EFE) Bush subrayó la dificultad de encontrar a alguien "dispuesto a esconderse en un agujero en un país del tamaño de California", en lo que comparó como "la caza de un animal carroñero", y aseguró que cada vez son más los iraquíes dispuestos a dar "pistas y datos".
La detención del derrocado presidente iraquí fue celebrada de manera especial en la Agencia Central de Inteligencia (CIA), cuyo director, George Tenet, estuvo al tanto desde el principio de la operación, que se desarrolló el sábado pasado en la ciudad de Tikrit.
La CIA tiene una espina clavada desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, cuando fue incapaz de anticipar lo que iba a ocurrir pese a que había información suficiente para preverlo. A eso se suma el fracaso, de momento, para encontrar a Osama ben Laden, el máximo líder de Al Qaeda y quien dio la orden de cometer los atentados que costaron la vida a más de 3.000 personas en Nueva York, Washington y Pensilvania, así como los dudosos datos aportados por la inteligencia sobre algunos aspectos relativos a las armas de destrucción masiva del régimen de Sadam Husein.
La detención del derrocado presidente iraquí fue celebrada de manera especial en la Agencia Central de Inteligencia (CIA), cuyo director, George Tenet, estuvo al tanto desde el principio de la operación, que se desarrolló el sábado pasado en la ciudad de Tikrit.
La CIA tiene una espina clavada desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, cuando fue incapaz de anticipar lo que iba a ocurrir pese a que había información suficiente para preverlo. A eso se suma el fracaso, de momento, para encontrar a Osama ben Laden, el máximo líder de Al Qaeda y quien dio la orden de cometer los atentados que costaron la vida a más de 3.000 personas en Nueva York, Washington y Pensilvania, así como los dudosos datos aportados por la inteligencia sobre algunos aspectos relativos a las armas de destrucción masiva del régimen de Sadam Husein.
¿Cómo se hizo la investigación?
Fuentes oficiales informaron de que el éxito de la operación fue fruto de la nueva estrategia que se puso en marcha a finales de noviembre para acotar una lista de nombres de las personas que podrían dar información fiable sobre el paradero de Sadam Husein. La lista incluía a guardaespaldas, trabajadores de los palacios presidenciales, líderes de clanes de Tikrit –su localidad natal–, familiares y gente de menor rango, que podía resultar muy útil para dar con la pista definitiva. Tras la elaboración de esa lista, se llevaron a cabo un puñado de operaciones que tuvieron su momento decisivo el viernes pasado, cuando en un domicilio de Bagdad se detuvo a un hombre, cuya identidad no se ha divulgado, que facilitó el dato clave.
El general Raymond Odierno, máximo responsable de la IV División de Infantería, dijo a la prensa en su cuartel de Tikrit que "a medida que capturábamos gente, recopilamos más y más información sobre las familias que tenían una relación con Sadam Husein". "En los últimos diez días, arrestamos a entre 5 y 10 miembros de esas familias que nos dieron incluso más información y finalmente logramos la información decisiva de uno de esos individuos", dijo Odierno, responsable de la unidad que logró la captura. Hasta ahora, las autoridades estadounidenses se han limitado a decir que la persona en cuestión es un miembro del clan del propio ex dictador.
Fuentes militares destacaron que se ha demostrado la eficacia de la decisión de coordinar los esfuerzos sobre el terreno de los soldados del ejército regular y elementos de la Task Force 121, una unidad militar especial que cuenta con miembros de la CIA. Esa cooperación y la flexibilidad para compartir datos fue lo que hizo de la operación "Amanecer Rojo" un éxito, según las fuentes. La tarea era especialmente difícil, añadieron, porque el derrocado líder iraquí tenía al menos una docena de escondrijos y llegaba a cambiar de emplazamiento incluso cada tres o cuatro horas.