LD (EFE) Al comienzo del año lectivo escolar, el Ministerio de Interior de Rusia ordenó a la Policía de todo el país evacuar todos los automóviles abandonados en la inmediaciones de las escuelas y otros centros docentes, y retirar asimismo contenedores de basuras y otros objetos donde se puedan instalar cargas explosivos. Según el jefe adjunto del Departamento de Orden Público de esa cartera, Mijaíl Artamoshkin, los participantes en las ceremonias de inauguración del año escolar serán sometidos a control de armas y explosivos.
Este primero de septiembre se recuerda el segundo aniversario de la masacre terrorista en la escuela número uno de la ciudad noroseta de Beslán. Ese día, un grupo de terroristas chechenos tomó como rehenes a 1.127 personas, en su mayoría mujeres y niños. Tras 52 horas de secuestro una explosión en el interior de la escuela -accidental, según la versión oficial- desencadenó una confusa operación de rescate en la que murieron 318 rehenes, tres socorristas y diez agentes del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) de Rusia.